Crónica de Hector Ballón:
Una ruta corta, en esta oportunidad salimos aproximadamente 24 ciclistas desde el inter y se realizo una breve parada en el grifo luego se realizó otra parada de reagrupación y de sesión de fotos en la plaza de Mollebaya pero varios la desestimamos pues elegimos seguir para no enfriarnos, además la subida era de solo 3.5 km hasta el desvió de la Zeta.
Mientras esperábamos al grupo principal, en el desvió de la Zeta tuvimos la ocasión de ver los temerarios saltos protagonizados por un grupo de chicos practicantes de downhill. Ahi constatamos que varios habían decido retornar a la ciudad. Nuestra ruta siguió el camino conocido como la Zeta hasta un punto donde se deja el camino principal y la trocha se convierte en incarrozable por lo que hay que cargar la bicicleta por unos 100 metros.
Chano por ser muy galan y señalarle los peligros de la ruta a Grenny perdió el control y cayó sin mayores consecuencias pues cayó en una zona de tierra suelta que ablandó su caída.
Pocos minutos después Chano vuelve a entrar en escena pues pincho llanta en medio de los matorrales y mientras el grupo principal lo esperaba a unos 80 metros en el camino era blanco de diversas bromas.
Proseguimos el camino que básicamente era de bajada hasta llegar a la pista de Yarabamba y de ahí retornar hasta Sabandija, en un desvió se planteo hacer un cambio a la ruta pero prevaleció el deseo de cumplir la ruta programada y fue así que terminamos el circuito en un restaurante que queda en el Molino de Sabandia.
Mientras recordábamos los momentos vividos en la ruta, nos encontramos con nuestro amigo Calambro pues el había decidido salir con la intención de encontrarnos en algún punto en el recorrido en el regreso, por eso fue directo al restaurante
Esta fue una breve ruta que significo mucho para mí pues desde fines de Octubre no tengo la oportunidad de salir a pedalear (a excepción de Salinas que también por suerte pude ir) gracias amigos por los momentos vividos y será hasta dentro de algunas semanas más que me pueda reintegrar.
Mientras esperábamos al grupo principal, en el desvió de la Zeta tuvimos la ocasión de ver los temerarios saltos protagonizados por un grupo de chicos practicantes de downhill. Ahi constatamos que varios habían decido retornar a la ciudad. Nuestra ruta siguió el camino conocido como la Zeta hasta un punto donde se deja el camino principal y la trocha se convierte en incarrozable por lo que hay que cargar la bicicleta por unos 100 metros.
Chano por ser muy galan y señalarle los peligros de la ruta a Grenny perdió el control y cayó sin mayores consecuencias pues cayó en una zona de tierra suelta que ablandó su caída.
Pocos minutos después Chano vuelve a entrar en escena pues pincho llanta en medio de los matorrales y mientras el grupo principal lo esperaba a unos 80 metros en el camino era blanco de diversas bromas.
Proseguimos el camino que básicamente era de bajada hasta llegar a la pista de Yarabamba y de ahí retornar hasta Sabandija, en un desvió se planteo hacer un cambio a la ruta pero prevaleció el deseo de cumplir la ruta programada y fue así que terminamos el circuito en un restaurante que queda en el Molino de Sabandia.
Mientras recordábamos los momentos vividos en la ruta, nos encontramos con nuestro amigo Calambro pues el había decidido salir con la intención de encontrarnos en algún punto en el recorrido en el regreso, por eso fue directo al restaurante
Esta fue una breve ruta que significo mucho para mí pues desde fines de Octubre no tengo la oportunidad de salir a pedalear (a excepción de Salinas que también por suerte pude ir) gracias amigos por los momentos vividos y será hasta dentro de algunas semanas más que me pueda reintegrar.
Extracto Personal del Diario de Jonathan Pareja:
Querido diario………………………….
Todo empezó en un brumoso día de febrero, exactamente el 2 de febrero del 2014,
- 7:50 hora local, el sueño perturbaba mis ansias de emoción al límite locura y desenfreno, así que me volví a dormir.
-7:60
hora local, desperté con ansias de una mañana llena de locuras,
emociones sin límite y desenfreno total……………………….. Pero mejor me voy a
manejar bicicleta.
-8:30 llegue al punto de reunión acordado.
-8:50 creo? Salimos, cual jauría de lobos en busca de presa, o bandada de palomas en busca de una iglesia que cagar.
-ni
idea de que hora es, llegamos al grifo monterrey, donde esperaba el
resto de la compañía, nos miramos las caras alegremente por unos 15
minutos y partimos, dijeron alegremente, NOS VEMOS EN MOLLEBAYA. Ok
-se
empezó a pedalear, yo no sé por qué a estos muchachos le encantas las
subidas decía mentalmente, mientras pensaba que sería bueno tener más
de 5 cambios.
-antes
de Characato , hay una alegre subida de unos 90 grados más o menos, la
mire y pensé CHALLENGE ACEPTED , la termine de subir, con el corazón en
la boca y un pulmón saliendo por la oreja.
-Llegamos
a Mollebaya, donde se reunió parte del grupo para una sesión
fotográfica pro- Facebook, otro grupo se adelantó, solo dios sabe por
qué motivos.
-terminada
la sesión de fotos, se inició el ascenso, para ser sincero no era una
pendiente que se diga QUE BRUTO QUE PENDIENTE, pero era prolongada,
tenía su gracia.
-Cuando
llegue al final de la ruta, el primer grupo ya había llegado hace días,
esperaron tanto tiempo, pobres, que se acabó su ración de comida y
agua, al verse sin sustento realizaron terribles actos de canibalismo.
-Na
mentira, el primer grupo en llegar espero, pero no tanto, y para matar
tiempo algunos de ellos se animaron a probar parte de la ruta de
downhill, ya que me olvide de comentar que hay en la punta de ese cerro
hay un circuito de downhill, y que había downhileritos , haciendo
espectaculares maniobras, 360, tail whips, mortales, patadas a la luna y
cosas por el estilo
-Se
reunió a toda la gente y empezamos el descenso, todo chévere hasta que
nos perdimos ligeramente, pero un poquito nomas, lo que nos obligó a
llevar las bicis al hombro, bajamos cual cabras montesas, hubo una
pinchadura, que no retraso, pero un poquito nomas.
-otra vez todos reunidos se empezó el camino a casa.
-aquí
acaba mi historia querido diario ya que yo estaba satisfecho, de una
mañana chévere con buena gente y material para anécdotas.
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