Los Tucos - Canteras de Añashuayco - Don Goyo

Saludos MTBikers
               Una ruta ciclística con dificultades en la quebrada de  las canteras del blanco sillar, en medio de una pampa del desierto ondulante al Norte de da la ciudad y que ha sido tomada por el urbanismo.
                   Una mañana fría  de un Invierno crudo, el sol empezaba a calentar paulatinamente la frígida mañana cuando arribo al lugar de la partida de cada Domingo ciclístico que para nosotros del Team Inter ya es de ley. La gentita  charlando, departiendo de forma amena, esperando que llegaran los de mas poco a poco. No hemos sido bastantes, pero suficientes para quemar las piernas pedaleando al ritmo de la adrenalina en medio de la sofocante calor que se avecinaba. Unas palabras como siempre antes de la partida de nuestro nuevo coordinador, maestro y guía:  Alonso.  Todos los fuertes  se fueron raudos, mientras los de mas que estuvimos atrás siguiendo el paso, "toreando" los carros en la zona urbana, hasta que llegamos a las inmediaciones de las pocas campiñas que todavía queda del avance depredatorio  voraz urbana que está ubicada a pies de la cancha de toros denominada "el azufral" 
                                      La entrada hacia nuestro destino a seguir es una calle que llega a la avenida aviación, pero los primeros  se pasaron de largo, en medio de esa calor nadie estaba con ánimos de alcanzarlos y traerlos de vuelta. Esperamos a que regresen, mientras los vaqueros sacaban del corral a los animales para pastar. Menos mal volvieron los que se habían pasado de largo. De allí rumbo al destino pactado. Seguimos  una calle algo desértica con paredes cercados por ambos lados, primera vez recorro estas calles, volteamos ligeramente con dirección hacia nevado de Chachani que está con nieve congelada, se ve hermoso desde ese lugar, también se aprecian el Misti, el Pichu pichu. La calle es larga, es media subida, no sé a donde llegará, veo que el grupo se detuvo a medida que me estoy acercando, era el final de dicha calle empalmando con otra calle que va con dirección al Oeste, allí se puede apreciar aún el pasado, una casa antigua con techo de paja, es la  única queda allí. 
                                      Cruzamos la vía de evitamiento, la avenida sigue interminable hasta llegar a una empresa de Boratos, de ahí recorremos un par de cuadras, allí está la entrada a la quebrada de canteras y al comienzo nomas sentimos un olor desagradable. Desde el ingreso se aprecia la quebrada como bombardeado, a ambos lados inmensos bloque sólidos de la lava volcánica petrificado con una altura mas de 20 metros se van perdiendo en forma serpenteante. En sus cimas de ambas bandas, que forman especie de acantilados, casi al filo de estos barrancos  hay cercos, edificaciones precarias hasta edificaciones de material noble. Es  mi primera vez que me encuentro en este escenario. La entrada es una vía pedaleable que baja hacia interior, hasta que nos topamos con agua pestilente que sale de alguna parte, basura, vehículos abandonados se aprecian, hasta que que llega el fin de vía, restos pequeños especie de guijarros  por doquier de material volcánico, la que conocemos como el sillar están amontonados y crujen bajo nuestras pisadas. El camino terminaba allí, no había mas camino, una enorme zanja que había producido las aguas de las lluvias pasadas, teníamos que bajar por alguna parte hasta el lecho, algunos se atrevieron bajar casi exponiendo su integridad como Luchito, quien con cleta al hombro desafió la gravedad. ¡Caramba!... A su edad, lo hizo como un sano jovenzuelo. Simplemente...¡Qué envidia!  Yo que estaba cerca de él, le indicaba que lo haga con cuidado. Verdad, sudé frío.
                                            despues de bajar hacia el lecho del riachuelo seco por medio de puntiagudos, cortantes, inestables pequeños trozos de sillar, volvimos a subir, para despues bajar hacia el cauce  por donde corría una pequeña cantidad de  agua negra,pestilente y por medio de ese charco de agua avanzamos.  Avanzamos cuando nos encontramos con una pequeña sorpresa, unos 10 cachorros de perro  calentandose en  el sol en la puerte de su madriguera, como eran semisalvajes rápidamente se introdujeron a su guarida. Estos animalitos, una vez que crezcan engrosarán a las filas de los perros vagos que hay por toda la ciudad pululando, que son una amenaza para la salud pública por trasmitir la rabia cuando estos muerden a una persona.  Los entes como los Municipios, el sector Salud que tienen la tarea controlar o erradicar se encuentran con una barrera legal infranqueable como es la Ley 30407, promulgada el año 2015, en donde lo han metido a un solo saco a todos los animales salvajes y domésticos para su protección, para asi impedir el maltrato por parte de los humanos. O sea, no se puede eliminar cuando estos presenten un peligro como lo es ahora en nuestra ciudad con el tema la rabia canina, ni tampoco esterilizar para que no se sigan propagando y mientras tanto; las personas siguen adoptando cachorros, cuando estos son pequeños, tiernos, los miman, comen, duermen con estos y cuando llegan a la edad adulta los animales lo mas seguro, probable es deshacerse botando lejos de casa, para luego adoptar otro  y otro... así de inhumanos somos algunos humanos para con los animales.
                                          Dejamos a los cachorros en su cubil, seguimos bajando por medio de la quebrada hasta llegar a una planicie en medio del abismo blanco, en donde había un kiosko, al lado unas bancas  para el descanso de los visitantes, figuras  talladas en la pared, la actividad extractiva de este material hace mucho ha dejado de ser por la edificaciones que rodean a lo largo del acantilado. Habíamos recorrido unos 2 km hacia abajo desde la entrada. Desde los tiempos inmemoriales, desde que el primer humano que se asentó en estas tierras, este material piroclástico volcánico, ha servido para edificar sus moradas, luego en la etapa de la colonia los españoles le darían mas auge, importancia para la construcción de templos, monasterios, viviendas, para los trabajos artesanales, en fin, etc...etc. Durante casi 4 siglos , la arquitectura arequipeña era el sillar, por algo se ganó el nombre de "ciudad blanca"  Desde la aparición del ladrillo, cemento,  el sillar ha tenido poco protagonismo en la construcción. es impresionante estar en medio de esa quebrada flanqueado por ambos lados por los enormes bloques blancos como edificios desenterrados. Tanto tiempo viviendo en esta ciudad, por primera vez estuve en ese sitio contemplando esa joya de Naturaleza.
                                              Despues de haber descansado, hidratado nos agrupamos para unas fotos para el recuerdo, ya era hora para el retorno, dejar esa quebrada que se ha convertido en un vertedero de aguas servidas, basura, subimos una cuesta , rápidamente estuvimos en la cima, allí la realidad es otra, inmensas pampas deserticas con formas onduladas, pobladas por humanos, si bien es cierto el buen porcentaje del terreno no está ocupado pero ya tienen dueños, debajo, unos metros de esa superficie está el preciado sillar formando una gruesa placa sólida interna. Las precarias o sólidas  construcciones están casi al borde del precipicio, no hubo ordenamiento para poder preservar, conservar ese sitio, bien se pudo haber creado una area intangible de  a menos 300 a 400 metros en cada lado  a lo largo de ese desfiladero. Sin embargo tenemos cada Autoridad que elegimos cada 4 años, como el Presidente Regional  en dos periodos 2006-2013 que sobrevaloró obras como en la  inconclusa autopista- La Joya,  "rifó" "regaló" a diestra, siniestra las tierras del Estado; nuestras tierras de todos arequipeños  a sus llamados "cargadores", individuos de poca monta, traficantes de terrenos que se hicieron millonarios sin trabajar. Así esta la situación en esos lares.
                                                 El desierto se pierde  hacia el Oeste, dejamos atrás el llamado "ruta del sillar" un descenso por una ancha carretera, hasta llegar a un lugar en donde percibo un olor nada agradable, muy pronto nos acercamos a una especie acequia por donde corre arrastrando aguas super negras emanando un olor putrefacto, la emanación de esas aguas es simplemente insoportable,  cruzando un pequeño puente dejamos atrás tal desagradable "aroma" que probablemente sean de  las  empresas de curtiembres que están ubicadas  en Rio Seco. Subiendo a un pequeño morro, la vista de los 3 volcanes de Arequipa, el volcán Sabancaya echando su fumarola cada rato a gran altura. No sé en que parte estuvimos, pasamos pequeños bosques, entramos, salimos de una quebrada, hasta que estuvimos a la altura de la entrada a los Portales, seguimos subiendo por una carretera estrecha, el calor del medio día quemaba a plomo, todos se fueron raudos hasta que llegamos a un desvío. Nos íbamos reagrupando a medida que iban llegando los de mas, faltaban dos amigos : Fernado y Aldo. Esperamos un tanto, los teléfonos móviles son  de gran ayuda en estos casos, alguien se comunica con los que faltan, dicen que están bien, que están en camino y por lo que el grueso de grupo nos disponemos a reanudar.
                                                     Estaba un poco desorientado, cuando emprendimos me doy cuenta que estábamos en la parte baja de la ruta los saltitos a la altura del denominado "Morro Negro" en alguna parte del "Cural" (Cerro Colorado),  o sea; en el segundo nivel de esta ruta, porque el primer nivel que era interesante por sus rampas empinadas, ahora  ya está lotizada. ¡Uff!... ¡Qué bueno!... Tenía que adelantar rápidamente a los de mas para no quedarse en el medio o atrás del pelotón, si uno quería realmente divertirse pedaleando por un pequeño sendero técnico veloz. Pues lo hice. Ahora la adrenalina empezaba a fluir en mi organismo, habían dos  por delante, iban rápido pero la llanta delantera de bici estaba a punto de hacer contacto con la llanta trasera del que iba delante mio, no había espacio para pasarlo. Mas adelante un compañero se levantaba despues de un despiste del angosto camino, le pregunto si estaba bien, me dice que sí y sigo.Este divertido camino, es un tramo de unos 700 metros no es mas, pero un lo goza al máximo el pedaleo. Faltaba un segundo repecho aunque mas corto que el primero, por lo que trato de pasarlo a los dos que iban por mi delante.... Pues...  Me dejaron pasar...¡Gracias!... Ahora a seguir dando curso a los pedales en  ese pequeño tramo y llego rozando los "talones" de la rueda de la bicicleta de Roberto a un desvío.


                                                  Allí esperamos  a los que iban llegando luego seguir la diversión ciclando en el tercer tramo, que también es corto, pero tiene sus obstáculos, aunque el principal obstáculo que era divertido lo han eliminado al nivelar el terreno con maquinaria pesada. Era un pequeño morro de tierra, que los ciclistas ponían a prueba su fuerza y destreza. Consistía en darle pedal a fondo desde cierta distancia para poder subir el morro a la cima, dar un salto y caer parado. Muchos de los bikers se "mataron"  "tragaron" polvo allí, desde que se tuvo conocimiento de esta ruta,  a lo largo de años que pasaron, el morrito siempre estuvo allí esperándonos y ahora solo queda el recuerdo... Réquiem para aquel morrito que tanto nos hizo disfrutar especialmente a los "viejos" y asi seguirán desapareciendo otros escenarios ciclísticos de MTB, 
                                                 Yo ya sabía que ese obstáculo ya no existía, por lo que me desvié hacia mi izquierda para salir a la carretera, mientras un buen grupo se dirigía hacia el "fenecido" cerrito, por lo que encontraron es tierra fofa en donde las llantas se hundían. Mientras tanto, yo que me había desviado un tanto, estaba hiper adrenalinizado pedaleando, un muchacho con la música en la mochila me seguía, encuentro un pequeño desnivel de terreno tipo rampa, no sé cómo, pero lo salté, mas adelante se venía otro desnivel, me dije a mí mismo: lo voy a saltar...¡Error!...¡Uyy!...Mier...!!!....¡Cataplum!... Al suelo de cabeza. Todo mi peso al caer estaba en mi sien izquierda, temí lo peor, sentí que mi cuello se desplazaba de su lugar,las gafas que llevaba me apretaron los alrededores de mi ojo izquierdo al tener contacto con el casco. Me quedé tendido unos instantes en el suelo, mientras que los otros pasaban me preguntaban: ¿Todo bien?... Yo solo  asentía con la cabeza en señal de estar bien. 
                                                   Pero.... ¿Que pasó realmente? Yo iba demasiado cargado de exceso de confianza, con la adrenalina al tope, no pude medir el tamaño de rampa que estaba adelante, yo solo quería dar otro saltito, pero el obstáculo era hoyo largo de unos metro y medio aproximadamente. Solo pudo haberlo hecho un experimentado. Al querer hacerlo, me dí cuenta al ultimo instante, en milésima de segundos que era un hueco, pude virar  el timón como un acto de instinto de conservación o acto reflejo para no caer al hueco en donde la cosa hubiera sido otro cantar. Me levanté un tanto turulato, no había líquido vital manando de ninguna parte, mi cuello estaba en su lugar, solo mi orgullo por el suelo, revisé mi cleta, al parecer toda normal, agradecí a mi casco por proteger mi mollera y a seguir ciclando. Unos metros hubo caídas, pequeños "costalazos". Asi llegamos a la antigua carretera que va a Vitor, una vía angosta de constante tránsito de vehículos, una parte ya está asfaltada donde hay enormes almacenes de conocidas empresas,lamentablemente la vía es estrecha en donde enormes camiones entran y salen. Asi termina  nuestra ruta a ese escondido paraje denominado: "La ruta del Sillar"
                                    Este Domingo 27 dizque hay competencia en Mollebaya???...
            
      Saludos .
             Felix.  




















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Ruta: Represa de Uzuña

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