Hoy cumplimos con la ruta del Señor del Estanquillo, al iniciar la semana yo propuse que se cambiase la ruta pues los días anteriores había paseado por esos lares y sabia que no sería del agrado de muchos pues habría que cargar la bici tanto de subida como de bajada, la imágenes hablan por si solas y pueden ver el estado de la trocha después de la lluvias.
Tal y cual estaba previsto al terminar la primera subida se suscitó un motín liderado por algunos experimentados bikers quienes no estaban dispuestos a continuar con el vía crucis, hasta ese momento éramos 26 pero antes de que pudiese trazar la raya, ya había 11 que habían optado por cruzar la “línea divisoria” y continuar, así que me uní para completar el número 12.
Eramos 12 que íbamos en pos de la cruz del Señor del Estanquillo. Pero al llegar al segundo cráter hubo 2 nuevas deserciones. Sin embargo Andrea no se dejaba amilanar y no sintiéndose contenta con demostrar que tenía más garra que muchos experimentados bikers que habían claudicado y prefirieron regresarse, quiso destronar a Vito en su record de caídas en una sola salida pero ese record, aun seguirá vigente...
Cuando estábamos por llegar a la cruz tuvimos una grato encuentro con nuestro amigo Wapoca quien cumpliendo las órdenes dictadas por su médico de cabecera de " no extralimitarse con el ejercicio y tomar las cosas con mucha calma" ya se encontraba de regreso y liderando un grupo de caminantes.
Después de llegar a la cruz y deleitarnos con el paisaje de los picos nevados todos al unísono coincidían y clamaban en que se debería volver a realizar el recorrido pero como ruta nocturna.
El retorno no nos deparó mayores sorpresas salvo "unos pequeños revolcones" citando las palabras de Roberto, Ad pedem litterae.
Un dato curioso, unos días atrás, cuando fui caminando por el lugar haciendo una inspección de la ruta que nos tocaba hacer, un pequeño can me acompañó toda la ruta; hoy nuevamente nos acompaño pero prefirió regresarse con el grupo de Wapoca, al parecer ese es el modos vivendi de este pequeño perrito.
Saludos
Héctor Ballón
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