31 de Julio 2011
A veces pienso que ser ciclista de montaña es ser masoquista. Sabemos cuánto nos va a costar alcanzar determinado lugar, lo que nos va a doler, o cuánto me va a costar lograr determinado descenso, pero igual uno sigue adelante.
Lamentablemente la ruta al Pedregal no la pudimos culminar, sólo llegamos hasta Lluta y algunos nos tuvimos que quedar en Taya, un pueblo ubicado 30 km. antes de Lluta, pero sin duda, una gran aventura, una ruta sumamente exigente en la que hubo que lidiar no sólo con el terreno tan escabroso y variado con lodazales y agua congelada, sino también, contra el frío extremo, la falta de oxígeno, los dedos a punto de congelarse, el hambre......
Eran las 3 am, de los 16 ciclistas anotados para el viaje, 14 estábamos en nuestro punto de concentración esperando que llegue la movilidad contratada.
Las molestias por la demora del chofer se acrecentaban porque no contestaba el celular. Después de mucha insistencia logramos comunciarnos con el hermano quien nos informó que el carro ya estaba en camino.
Con mucho apuro tratatamos de acomodar las bicicletas en el fondo de la custer; por lo visto, ellas estarían mejor acomodadas que nosotros mismos. Estábamos en eso cuando llegó Miguel, ya éramos 15 y sólo faltaba Víctor, pero por más que insistíamos a su celular, no contestaba, así que partimos sin él.
LLegamos a Patapampa pasadas las 6 de la mañana e inmediatamente nos pusimos a poner en condiciones nuestras bicicletas que habíamos tenido que desarmarlas para que entren en la mobilidad. El frío era intenso a esa hora, pero impresionante ver el amanecer. Estábamos a un poco más de 4,600 m.s.n.m.
Con mucho entusiasmo, y luego de las fotos de rigor, partimos en busca de nuestra aventura, mentalizados en llegar a LLuta a las 4 pm, a más tardar.
Disimuladamente empezamos a subir y subir. Cuando llegamos a Patapampa, estábamos a algo más de 4,600 m.s.n.m. Luego de una hora de pedaleo tuvimos un desanso y reagrupamiento. Todos estábamos con los dedos de las manos y los pies adoloridos por el frío. En particular, a mí se me habían adormecido los dedos índice y meñique de las manos, a pesar que tenía guants de lana debajo de los guantes de ciclismo. Igualmetne los dedos de los pies los sentía com si fueran de gelatina. En este descanso me quité las medias para revisar mis pies y estaban helados, los doblaba y torcía en todas direcciones y no sentía ningún dolor. Me preocupé un poco. Había cometido el error de ponerme medias de lycra, luego medias de algodón y encima medias de lana. La lycra había hecho que mis pies se me humedezcan y con el frío me hizo daño. Inmediatamente froté mis pies intensamente y me puse primero las medias de algodón. Jesús me proporcionó unas hojas de periódico y eso ayudó mucho a recuperar el movimiento y sensibildiad de mis dedos .
Aprovechamos también a comer algo y tratar de oxigenarnos, pues ya estábamos a 4,718 m.s.n.m.
Algo recuperados reiniciamos nuestro camino, maravillados por el paisaje y deseando que el sol fuera más intenso para calentarnos. Y Seguíamos subiendo, Carlos nos indicaba que estábamos más o menos a 4º ó 5º de temperatura y que seguíamos subiendo. Hemos llegado a estar a 4,900 m.s.n.m. La cabeza me dolía intensamente, me sentía sin fuerzas, pensaba y deseaba parar un momento para dormir, me decía: sólo quiero dormir un ratito...... sólo un ratito...., pero tuve que seguir, caramelos de coca en la boca y voluntad para seguir pedaleando.
En la zona de las apachetas paramos para reagruparnos y "pagar la tierra". Es una zona donde hay muchos altares de piedras levantados por turistas.
Luego de meternos a la boca varias hojas de coca, nuevamente a pedalear. La adrenalida empezó a entrar en acción, las sensaciones eran intensas al bajar por la ladera de un cerro y empalmar por una trocha que sorprendentemente estaba en buen estado. Poco a poco emepezaron a aparecer delante nuestro lodazales originados por los deshielos, inclusive, aún podíamos ver charcos congelados que teníamos que bordear para no resbalarnos en el hielo. El paisaje era espectacular y las alpaquitas escapaban asustadas ante nuestra presencia.
Quebrada tras quebrada íbamos avanzando, sabíamos que después de esa bajada que teníamos delante enfrentaríamos una subida llena de piedras o de arena suelta que no permitía trepar con facildiad, pero allí estábamos, convencidos que la hroa es la hora y las 4 pm era nuestra meta en LLuta.
Iniciamos una pampa, una larga pampa que me aplastó físicamente. Yo iba bien, pero de pronto sentí que las fuerzas me abandonaron, me resultaba sumamente pesado dar una pedaleada y no era sólo por el terreno que estaba cubierto de cenizas del Sabancaya, yo mismo me sentía agotado, pero fue de un momento a otro, no tenía fuerzas para nada por lo que me puse a caminar, mietras uno a uno todos mis compañeros me iban pasando. No sé cuanta distancia tenía esa pampa, pero se me hizo interminablemente dura, tuve que hacer un gran esfuerzo para no quedarme a descansar.
Ya era la 1 de la tarde y todavía tenía frío. Mis dedos ya los sentía mejor, pero aún estaban helados. El dedo meñique de mis manos aún no los podía controlar y un desvío en el camino me salvó, literalmente. El camino se dividía en dos y no sabíamos cuál tomar, las dudas eran grandes. Así que decidimosque Carlos y Dante avanzaran por uno y Walter con Berly fueran a explorar el otro.
Oa radios que levamos nos fueron muy útiles a partir de este momento. Carlos y Dante nos avisaron que por donde iban era el camino correcto, mientras que Walter y Berly informaban que el camino de la izquierda llevaba a una alpaquería (donde guardan las alpacas en la noche) sin salida. Me quedé a esperar a Walter y Berly mientras los demás avanzaban.
Pero fue este lapso de tiempo que cambió todo para mí, porque mientras esperábamos los informes de los ciclistas que habían ido a investigar, con mucha pesadez me acomodé para comer un atún. Estaba tan débil que apenas pude abrir la lata, me costó mucho destaparla y cuando empecé a comer sentía pesadas las madíbulas; aún así seguí comiendo hasta acabar todo, también aproveché el momento para tomarme una pastilla de Sorochimil, para el mal de altura.. Para disminuir el frío me puse mi casaca cortaviento. Estaba acomodando mi mochila en la parrilla cuando recibimos los informes por radio y nos alistamos para continuar.
Me quedé solo esperando a Walter y Berly, pero ellos me pidieron que siga avanzando porque querian descansar un poco y comer algo para recuperar fuerzas. Habrían pasado unso 5 minutos desde que empecé a pedalear nuevamente cuando soreprendentemente empecé a sentir que recuperaba las fuerzas. Aún me dolía la cabeza, pero me sentía mejor conforme pasaban los minutos. Al rato el dolor de cabeza empezó a bajar y pude alcanzar y pasar a 4 compañeros.
Estaba de lo más entusiasmado tratando de alcanzar a los que se habían adelantando cuando me encontré con un canal de agua. Lo podía pasar pedaleando pero me iba a mojar y no quise arriesgarme después del fuerte frío que había tenido, pues con el cortaviento que me había puesto me pasó el frío y ya mi cuerpo estaba caliente desde los pies hasta los cabellos.
Estuve a punto de saltar y seguri pedalenado, pero preferí esperar a los otros compañeros que venían atrás para ayudarlos a saltar. Allí me enteré que Rafael se había caído en una de las tantas bajadas y tenía el pecho adolorido, aparte de que la llanta delantera de su bicicleta estaba desviada. Eramos 7 los que estábamos atrasados, mientras los otros 9 pedaleaban con todo para ganar tiempo.
El paisaje era hermoso, uno no podía pasar por aquellos lugares sin quedarse maravillado por todo lo que veíamos.
Sucesivamente encontramos varios canales que teníamos que saltar, pasamos por un bello bosque de Queñuales, por parajes que tenían cientos de piedras que parecían de mar, por su forma redondeada. Poco a poco Walter, Roberto y yo nos fuimos adelantando porque los otros 4 ciclistas se quedaban caminando.
Delante mio tenia otra de las tantas bajadas llena de piedras sueltas a la que empecé a devorar igual que las otras que había pasado. El dolor de cabeza apenas era un ligero latido. Rato después del atún me comí unos chocolates y galletas por lo que estaba fuerte físicamente. Me dije: esta bajada me la como más rápido que las otras. En eso estaba cuando de pronto una pequeña roca salió despedida al pasar la llanta delantera de mi bicicleta, lo que ocasionó que ésta derrapara y yo cayera fuertemente sobre la peidras de esa trocha abandonada. Escoché que Roberto llamaba a Walter, porque había estado detrás mío y vio mi caida. Pensó que me había hecho muhco daño proque la caida fue bien fuerte, pero gracias a Dios, la verdad que gracias a Dios, no pasó nada más que un susto y un par de "peladas en codos y rodillas". La bicicletas estaba intacta, así que seguimos adelante.
Y empezó nuestra angustia cuando eras las 4.20 pm y nos detuvimos a esperar que llegaran los otros 4 ciclistas que estaban atrazados. Suponíamos que los 9 que se adelantaron ya estarían por llegar a LLuta o ya habrían llegado, pero estábamos muy equivocados. La señal de radio no entraba, debía ser porque estaban en alguna quebrada rodeados de montañas y por eso no podiamso comunicarnos. Dieron las 5 pm y los cilcistas que esperábamos no llegaban. Cinco minutos después apareció Rafael diciendo que los otros ya venían. Le encargamso que se quedara a eseprarlos y nosotros tres avanzamos. Teníamso alrededor de 50 Km. recorridos y nos dijimos que teníamos que avanzar para llegar cuanto antes a LLuta y buscar apoyo vehicular, en caso cayera la noche, para recoger a los otros muchachos.
Reynaldo, uno de los que estaban atrás, tenía uno d elos radios, pero por más que llamábamos, no contestaba, Por momentos recibíamos su llamada pero luego se cortaba y no decía nada. Posteriormente nos enteramos que no tenía retorno parecia que su radio se habia desconfigurado y no podia recibir ninguna comunicación. LLegamos a Moca y luego a otro pueblito. Ya eran las 6.00 pm y no llegábamos a LLuta. Ya los lentes oscuros nos lo habíamos quitado hace rato porque nos dificultaban la visión. La noche caía rápidamente y yo apenas podia ver el camino.
En un momento le dije a Walter que no aparecías los últimos ciclistas, tocaba pito, gritábamos, pero no había respuesta. Decidí regresar a buscarlos antes de que anocheciera. Fue inútil, de pronto se hizo noche, yo no miraba nada, no tenia linterna, creo que eran las 6.30 pm. Gritaba y gritaba los nombrs de los muchachos que estaban atrás y no recibia respuesta. Me había quedado solo y no me gustó para nada. Pensé que los chicos había pedido alojamiento en alguno de los pueblitos que habíamso pasado y yo estaba solo en medio de la nada. Pensé que no era prudente estar solo. Los que se habían atrasado eran 4 y los que estaban delante mio (aparte de los 9 de más adelante) eran dos. Decidí que no era conveniente quedarme solo por lo que llamando a gritos a Walter, le pedí que me esperara, britaba con la esperanza de que me escucharan pero sólo recibía el esco como respuesta.
De pronto, al culminar una larga subida vi una zona iluminada, allí estaban Walter y Roberto hablando por radio con los compañeros que estaban más adelante. Enfrente nuestro había un pueblo. No era LLuta como habíamos pensado, sino que era Taya, todavía faltaban unos 30 Km. para llegar a LLuta. Estuvimos desde las 7pm hata las 7.20 esperando que llegaran los otros muchachos, pero nada. A un arriero que llegó al lugar le preguntamos si había visto a unos ciclistas atrás y nos dijo que no había nada.
En la lejanía vimos unas pequeñas luces en medio de lso cerros, eran nuestros compañeros, los 9 primeros, que supuestamente debían haber llegado a LLuta. Para nada!!!, todavía les faltaba mucho. La bajada a Taya era empinada y peligrosa, la obscuridad era total y con la esperanza de loq los últimos compañeros hayan pedido alojamiento en una de los pueblitos que pasamos, bajamos a Taya con la intención de buscar y contratar una moto que nos permitiera regresr a buscar a nuestros compañeros. El arriero que pasó nos dijo que no había camionetas, pero si habia motos para regresar.
LLegar a Taya nos tomó una hora. Caminábamos sumidos en nuestros pensamientos, mudos y preocupados por nuestros compañeros, pero seguíamos avanzando porque sabíamos que no valia la pena retroceder, teníamos que avanzar para buscar ayuda. Bajábamos iluminando el camino con la linterna que Walter llevaba y la luz del celular de Roberto. Estamos en eso cuando de pronto creimos ver unas luces en la cumbre de la montaña que acabámos de dejar. Apagamos nuestras luces y efectivamente, vimos unas pequeñas luces allá arriba. Gritamos y nos dieron respuesta. Eran Grenny, Berly, Rafael y Reynaldo. La radio no servía, así que nos comunicábamos por gritos. Estaban bien. Nadie tenía frio, ni nosotros. Elos habían avanzado siguiendo nuestras huellas con sus linternas.
A pesar de que podiamos omunicarnos con ellos mediante gritos, teníamos una hora de ventaja. Lo confirmamos porque llegamos a la plaza de Taya a ls 8.20 pm y nuestros compañeros a las 9.20 pm.
Una vez que supimos que nuestros amigos estaban bien, nos relajamos y pudimos apreciar el cielo majestuos, enorme con su cantidad de estrellas y nebulosas, era hermoso poder apreciar ese cielo. Nuestros compañeros nos dijeron que habían pensado pedir alojamiento en uno de los pueblos que pasaron, pero dicidieron continuar adelante siguiendo nuestras huellas.
Cuando finalmente los 7 nos juntamos en Taya, brindamos con un trago de leche con cocacola que Walter nos invitó. La verdad que nos revitalizó. El malestar que tuve en la mañana ya era historia, del dolor de cabeza no quedaba nada, pero el hambre..... mientras bajaba la montaña para lelgar a Taya, imaginaba pedir un lomo a lo pobre y un litro de helado. No había nada de eso. No había donde comer. Pedimos a la tienda que nos preparara algo y nos dijo que no podian porque cocinaban con leña y ya la habian apagado.
En una tienda tuvimos que comprarnos unas galletitas y eso cenamos.
El hotel fue otra odisea. La secretaria encargada habia viajado a Arequipa y no había quién nos atendiera ni dónde pudieramos quedarnos a dormir, pero los mismos pobladores se movilizaron llamando al regidor que estaba en LLuta, para que diera la orden de que nos arieran el hotel con la llave que tenia encargada una tercera persona. La amabilidad de los pobladores era sorprendente. Los niños nos saludaban a nuestro paso.
Una hora dspueés los amigos que había llegado a LLuta nos llamaron para avisarnos que habían contratado una camioenta de auxilio y estaban viniendo en nuestra busca. Les dijimos que ya estábamos alojados en Taya, pero igual la camioenta con Dante y Jesús llegaron a buscarnso apra ver que estuviéramos bien. No había mucho espacio para llevarnos, por lo que decidimos quedarnos en Taya.
Reynaldo compró medio litro de cañazo y nos sentamos a contar nuestras anécdotas y lo que habíamos pasado.
Reynaldo, Rafael y Grenny decidieron regresar a Arequipa a las 4 am. Walter, Roberto y yo decidimos quedarnos en Taya y al dia siguiente ir a LLuta a conocer el pueblo y desde allí regresarnos a Arequipa.
A las 8 am fuimos a tomar desayuno en la casa de unos de los pobladores que amablemente se habia ofrecido a prepararnos unos exquisitos tallarines con carne, por fin teniamos una comida seria. Habíamos pasado todo el dia jueves comiendo bocaditos y con el desgaste que teníamos, los tallarines desaparecieron en dos bocados. Un café para asentar y nos salimos a conversar con los pobladores hasta las 10 am, hora en que salía el bus para LLuta. Ya nos habíamos puesto de acuerdo con los otros compañeros, íbamos a LLuta, regresábamos todos a Taya y desde aquí nos íbamos a Arequipa en bus vía Huanca.
No pudimos continuar hasta El Pedregal porque los que estábamos en Taya los retrasamos, es que si íbamos en bicicleta era por lo menos 3 horas y saliendo a las 6 am llegaríamos a las 9 a LLuta, muy tarde para salir al Pedregal. En bus tampoco porque éste salía recién a las 11 am.
En LLuta almorzamos y nos embarcamos de regreso a Arequipa con la promesa de hacerla nuevamente y con la experiencia ganada de reconocimiento de la zona, completar la travesía. La distancia de Patapampa a LLuta es de 9 Km. aproximadamente y de LLuta al Pedregal son algo más de 70.
Una linda aventura para recordar. Una ruta muy, pero muy exigente, es la más fuerte que hemos hecho hasta ahora, una verdadera ruta de montaña de alto nivel. Y no digo que nosotros somos de alto nivel, para nada, pero tenemos los huevos y los ovarios bien puestos para aventurarnos y dar todo de nosotros.
Algunas veces nos han escrito en este blog, nos los han dicho en correos y verbalmente nos han comentado que los del Team Inter somos muy lentos, que es fácil reventarnos. Es fácil decirlo mientras no nos acompañen en nuestras rutas y "revienten" con nosotros estando a más de 4,900 metros sobre el nivel del mar
Relato de Walter Amésquita
Después de planear esta ruta con mucho tiempo, se hizo. Salimos 16 bikers el día y lugar acordados, no tanto así, la hora. Una vez que acomodamos las biclas (mérito de Dante) partimos rumbo a Patapampa, que como se sabe es el lugar más alto entre Arequipa y Chivay. Una vez aquí, armamos las bicis rodeados de un fuerte y gélido viento, amén del frío que calaba los huesos y que nos hacía no sentir los dedos del pie.
Estábamos listos para partir, pero siempre hay camaradas que se demoran por no sé que. Al fondo se veía el Ampato, todo deshielado y amarillento por los matinales rayos solares.
Partimos y de inmediato se sentía la altura: una leve fatiga en el pecho y un latir apresurado del corazón.
El terreno era plano, arenoso y prácticamente exento de vegetación, salvo una que otra yaretilla. Seguimos por una carretera arenosa hasta que llegamos a un lugar poblado de rocas que funcionó como un abrigo natural. Aquí descansamos y desayunamos. Como testigo de nuestra merienda estaba el lejano nevado, famoso por lo de la momia Juanita.
Reemprendimos la marcha, siempre por un terreno plano y arenoso, con imperceptibles cuestas.
El camino es suave y esto hace que algunos ciclista avancen, otros se guarden y algunos se queden, precio que al final, hay que pagar.
Yo he caminado y vivido en lugares de mucha más altura y no he tenido problemas con el frío; pero en esta vez, me dejé convencer por las recomendaciones que dieron respecto al abrigo y porté ropa en exceso, que ya me empezaba a pesar. La puse en una bolsa (por que en la mochila no cabía) y la amarré en la parrilla. Craso error. El bulto se movía de aquí para allá haciéndome perder equilibrio, especialmente en las curvas.
Tan cierto es lo que escribo que, en una curva se me cae el bendito bulto y felizmente que estaba conmigo Berly y me ayudó a amarrar nuevamente el paquete.
Así llegamos a un lugar que funciona como un santuario de los Apus (Apacheta se le dice en el lenguaje oriundo) y al reunirnos, hicimos un pago a la tierra, dirigido por Wapoca. Esta ceremonia consiste en agradecer y pedir permiso a los espíritus del lugar (apus) para poder realizar nuestra travesía, con todo respeto y así, uno por uno, creyente o no, conociendo o ignorando el tema, lo hicimos. Se tenía que hacer una ofrenda a la Pachamama y una libación. Con el permiso "concedido" por los espíritus guardianes del lugar, emprendimos una tremenda bajada para arribar a unas pampas heladas y cubiertas de ichu. Habían unos pequeños manantiales o puquios de donde salía agua cristalina pero a una temperatura de hielo. En uno de estos espejos de agua helada, el lomo plateado (Jesús) se atreve a querer pasar sobre el hielo y se dió un baño natural.
Así con pequeñas anécdotas y con una fatiga al respirar es que llegamos a un lugar llamado Huallatani en el que había una ciclópea roca que funcionaba como letrero en donde se anunciaba la prohibición de pescar por ser zona reservada.
Aquí almorzamos y esperamos a la familia Peluche en pleno, quienes todos orondos llegaron al grupo muy retrazados porque, dizque estaban sacando fotos.
Ahora ya se podía observar los tres grandes macizos: Ampato, Sabancaya y Hualcahualca.
Nuevamente nos pusimos en ruta. Aquí se siente la pegada de la altura: fatiga, cansancio, frío y la esperanza de que la meta estará por ser alcanzada. Nada más lejos de la realidad.
Después de mucho pedalear, llegamos a lo que en sus buenos tiempos fue una hacienda lanera. Un sitio muy bonito, pese a la soledad del lugar que está muy bien alimentada por un deshielo que trae aguas gélidas y que discurre lentamente debajo un puentecillo y que riega verdísimas "lluluchas" (algas serranas). El Ampato cada vez está más cerca.
Reiniciamos la marcha por una carretera arenosa y para mi gusto, bien cuidada que nos llevó hasta un lugar en que ésta se bifurca en dos ramales. Aquí es donde Wapoca pronuncia sus épicas palabras que quedarán grabadas en los anales del ciclismo de montaña y aventura: "HASTA AQUÍ NOMÁS CONOZCO". Y AHORA, QUÉ HACEMOS?".
A la izquierda se veía una entrada como para una quebrada, la que creíamos era la entrada al valle y a LLuta y a nuestro frente la extensión de la carretera. Estábamos en una disyuntiva: por donde seguimos.
Aquí sale el temple de Carlos y pide un voluntario para ir a explorar la ruta. El indicado es Dante. Wapoca también va en busca de la ansiada ruta junto a Berly. Ambos descubridores salen al unísono con la consigna de informarnos, via radio, sus descubrimientos.
Quien se comunica primero es Carlos y nos dice que sigamos la ruta que él emprendió. Así es que, nuevamente arrancamos y en el camino encontramos a papá Peluche, todo enterrado, que se había matado al entrar a un arenal. Bueno se recuperó y a seguir dándole al pedal. Hasta aquí, personalmente, vi al grupo en su mayoría, porque empezamos a darle más fuerte y cada quien avanzaba lo que podía. Todavía logré sacarme algunas fotos con Jesús y hasta más ver.
Ahora empieza mi travesía. Yo sabía que delante mío estaba Carlos, Dante y Pedro. Tuve que saltar unos canales, cruzarlos en la bici y otros meterme con zapatos .Nunca encontré a nadie en el camino y sólo al bajar un terreno lleno de piedras encuentro al sobrino de Wapopca que estaba filmando. Noté que detrás mío estaban, si no me equivoco: Mauricio y Miguel .Entré a un bosque de queñuas y seguí la ruta entre ichus. Ya el sol empezaba a esconderse aunque todavía había luz. A lo lejos se miraban algunos árboles pero que en realidad no tenían nada que ver con Lluta.
La geografía se hace más agreste, lejana y solitaria. Seguía solo y apurado por siquiera ver a lo lejos a los que me llevaban la delantera. Pero nada. Sigo en el empeño y después de tanto darle, por fin veo a lo lejos, en un zig zag, a Carlos. Avanzo para alcanzarlo, le grito y él nada. Arranca y yo lo sigo hasta que al dar la vuelta a un recodo del cerro, diviso a los tres: Pedro, Dante y Carlos que estaban descansando en una especia de coso. Más abajo había un pequeño pueblo. En el camino hacia su encuentro, pasé por un pueblo llamado Moca de que salían dos chicas montada en un jumento. Les pregunto que pueblo es, y cuánto falta para Lluta. Me dijeron que poco y que ellas también se dirigían hacia allá. Les quise tomar una foto, pero, manan papay Nely. No querían las condenadas.
Reemprendimos la ruta, no sin antes borrar las huellas de las llantas y dejar una flecha de ramas para que los demás no se pierdan. Nuevamente Dante y Pedro se dispararon y yo, les seguía pero muy distanciadamente. Carlos peor. Así pasé por dos pueblos de los que ni siquiera pregunté su nombre y siguiendo las huellas de las llantas llegué a una cumbre, de la cual se miraba hacia abajo, èl pueblo de Taya. Bajé montando por un camino de herradura lleno de piedras y por un hato de vacas que no me dejaban pasar. Así es como arribo a Taya en donde los dos mencionados ya estaban descansando. Rato después llegó Carlos.
Pedro y Dante salen con rumbo a Lluta y yo les sigo. Pero no podía seguir su ritmo y así es como los veo desaparecer en el camino. Nuevamente me quedo solo en la ruta.
No me quedaba más que seguir y seguir. Ahora ya sólo me guiaba de las huellas (aunque no había lugar para perderse) y así sigo y sigo. El sol ya cae tras los cerros y la oscuridad empieza a reinar. Llego a una fila de cipreses y siento que la llanta se está bajando. Ia inflo y veo a Carlos que está a unos cuantos metros tras mío. Dije que como él está bien de sus llantas, a me alcanzará y parto. A poca distancia estaba un volquete malogrado del concejo de Lluta (para que se ubiquen del lugar del cual estoy hablando, los que los han visto)y sigo. La oscuridad ya es total. Como la llanta se baja y baja decido caminar con la esperanza que Carlos me alcance y así juntos avanzar. Inflo y monto un poco más. Inflo y así sigo el camino. Nunca he manejado bicla a oscuras como en esta oportunidad. La visibilidad era cero, no veía ni a un metro de distancia, sólo me guiaba por lo blanco de la pista. Más pudo la sensatez de bajarme de la bici y caminar que darme un buen porrazo y lesionarme. Ahora que lo recuerdo digo: como he podido caminar así: solo, a oscuras, empujando la viciosa, cansado y desesperanzado. Nunca por mi mente se cruzó la idea de fantasmas, aparecidos, duendes ni malignos. De pronto, a lo lejos veo las luces del pueblo que está en la parte alta de Lluta. Recién me alegré y era lo de menos seguir caminando porque la meta estaba cerca.
Volteo para poder adivinar la llegada de Carlos y en la oscuridad puedo distinguir un haz de luz. Debe ser un carro me dije, y pensé que recogería a Carlos y después a mí. Pero seguía caminando y de repente veo las luces de Lluta, que está en una quebrada. Al poco rato me alcanza Carlos, de quien era la luz que vi. Se sorprendió de que no pudo alcanzarme desde el momento en que me vio inflando la llanta, y esto que le tenía luz y su bici estaba en perfectas condiciones. Así es que con su luz llegamos a Lluta en donde Pedro y Dante estaban esperando en la entrada al pueblo (8 pm más o menos)
Fuimos al hotel, nos instalamos, bajamos al comedor, comimos y ahora a buscar una movilidad para ir en busca de los que se habían quedado en la ruta. Mucho después arribaron Mauricio, Miguel y el sobrino de Wapoca (10 pm más o menos) Hicimos una bolsa para poder solventar los servicios de la movilidad y Dante regresó a socorrer a los que se habían quedado rezagados. Pero ya por radio nos comunicaron que estaban en Taya.
Dante regresó con Jesús, a quien lo encontró solo en el camino, a eso de las 12 de la noche.
Dormimos y al día siguiente, después de desayunar y visitar la iglesia del lugar, no sin antes subirnos a la torre, admirar la belleza del paisaje, compramos los pasajes de vuelta.
La ruta no la terminamos por lo que se ha dicho: no todos llegaron a la meta. Finalmente llegaron en carro Jaime, Wapoca, Roberto y Berly a Lluta. Nos embarcamos y regresamos a Taya. De día es otra cosa ver todo el camino que hicimos (yo en completa oscuridad) desde Taya a Lluta.
Así es como llegamos a Taya, cargamos las bicis de los que se quedaron y partimos rumbo a Huanca. En el camino, qué bajadones, qué quebradas, qué caminos, qué tal geografía y al frente la subida para Huanca. Huanca está en una pampa rodeada de chacras. De aquí, del pueblo se puede observar en una cumbre de un macizo pétreo, unas murallas pre o incas tal vez, que fueron en su tiempo una fortaleza. Ya el cansancio nos vence y después de un largo viaje llegamos a Arequipa.
He leído que quieren hacer la ruta otra vez, pero completa. Puede ser, pero al otro año, cuando estemos mejor informados, como ahora del tiempo, la distancia y la ruta.
Comentario de Pedro Villena
El desafío es una opción siempre presente, todas nuestras rutas que requieren más de un día, lo han sido y siempre lo serán. El desafío es contra nuestras propias limitaciones de físico, temor, apatía, flojera, etc.. Las condiciones que enfrentamos, no son predecibles, así la ruta sea conocida, tenemos que estar preparados para enfrentar cualquier contingencia, tal como sucedió en esta última, que enfrentamos la altura, el frio, la distancia, las piedras, la noche, etc. No podemos dejar de buscar rutas nuevas, así conocimos las que hoy nos son familiares, como las de Omate, Puquina, Cocachacra-Ilo-Tacna-Arica, Pampacolca, etc. Problemas siempre los habrá, arrepentimiento también, como sucedió en ésta última, encontré sentado a Walter (guau-guau) en una piedra en plena filosofía, afirmando en voz alta: "esto es una locura, qué hago acá!!", esas preguntas todos nos las hacemos, es parte de la naturaleza humana y también son parte de esta naturaleza la búsqueda de lo desconocido y de la aventura. Entonces sigamos recorriendo rutas nuevas, así nadie las haya recorrido, hoy la ruta me pareció excelente, las bajadas espectaculares, es la ruta más exigente que he recorrido; volverla hacer, !!!claro que si!!!.
Lo único que se puedo agregar al relato de Walter, es ver cómo se responde ante un desafío combinado de hambre, cansancio, ruta muy exigente, distancia impredecible, frio y la noche que nos cubre sin piedad; es increíble ver cómo se responde, se pasa el cansancio, el hambre, se agudizan todos los sentidos, se genera cantidad de adrenalina y el instinto de supervivencia hace que saquemos fuerzas de flaqueza y pedaleas con más fuerza y avances al máximo de tu capacidad, esos son los sentimientos que afloraron en mi y solo tenía un pensamiento avanzar y llegar a Lluta para poder auxiliar a los demás. Esas tremendas bajadas las hice casi de noche, pero la velocidad que imprimí a mi bicla era muy fuerte, solo pedía no tener un accidente, decía, si caigo no las cuento; miraba muy poco por la oscuridad, sentí dos veces como la llanta delantera chocó frontalmente con dos piedras, pensé que ya se mordió la cámara, por suerte nada pasó. Llegué después de Dante a las 6.30 pm, ahora más tranquilo, creo que obligatoriamente para el futuro debemos llevar radio y lámpara de ciclismo, pero una buena, no llevar parrilla, atrasa mucho. Los ciclistas que salen a este tipo de rutas, deben tener un rendimiento similar.
Como me siento ahora?, feliz, puse toda mi capacidad a prueba y creo que salí bien y además con suerte porque no tuve accidentes, ni caídas, a pesar de la ruta llena de piedras, donde solo pasan animales. Volverla a hacer?, claro que si, es una linda ruta y puedo afirmar que durante el tiempo que estoy haciendo ciclismo, esta ruta es la más exigente y cañera, es realmente una ruta de montaña, muy difícil, la mejor que he hecho; no se compara con las rutas de Puquina y Omate, ni con la de Ilo, ni Mollendo, ni Camaná; es totalmente diferente. Mi velocímetro marcó 99 kilómetros, se imaginan una ruta de esa distancia y con esas caracteristicas, es lo máximo. Los que no han ido se la perdieron, espero que para la próxima estén presentes y comprueben lo dicho.
Saludos
Lo único que se puedo agregar al relato de Walter, es ver cómo se responde ante un desafío combinado de hambre, cansancio, ruta muy exigente, distancia impredecible, frio y la noche que nos cubre sin piedad; es increíble ver cómo se responde, se pasa el cansancio, el hambre, se agudizan todos los sentidos, se genera cantidad de adrenalina y el instinto de supervivencia hace que saquemos fuerzas de flaqueza y pedaleas con más fuerza y avances al máximo de tu capacidad, esos son los sentimientos que afloraron en mi y solo tenía un pensamiento avanzar y llegar a Lluta para poder auxiliar a los demás. Esas tremendas bajadas las hice casi de noche, pero la velocidad que imprimí a mi bicla era muy fuerte, solo pedía no tener un accidente, decía, si caigo no las cuento; miraba muy poco por la oscuridad, sentí dos veces como la llanta delantera chocó frontalmente con dos piedras, pensé que ya se mordió la cámara, por suerte nada pasó. Llegué después de Dante a las 6.30 pm, ahora más tranquilo, creo que obligatoriamente para el futuro debemos llevar radio y lámpara de ciclismo, pero una buena, no llevar parrilla, atrasa mucho. Los ciclistas que salen a este tipo de rutas, deben tener un rendimiento similar.
Como me siento ahora?, feliz, puse toda mi capacidad a prueba y creo que salí bien y además con suerte porque no tuve accidentes, ni caídas, a pesar de la ruta llena de piedras, donde solo pasan animales. Volverla a hacer?, claro que si, es una linda ruta y puedo afirmar que durante el tiempo que estoy haciendo ciclismo, esta ruta es la más exigente y cañera, es realmente una ruta de montaña, muy difícil, la mejor que he hecho; no se compara con las rutas de Puquina y Omate, ni con la de Ilo, ni Mollendo, ni Camaná; es totalmente diferente. Mi velocímetro marcó 99 kilómetros, se imaginan una ruta de esa distancia y con esas caracteristicas, es lo máximo. Los que no han ido se la perdieron, espero que para la próxima estén presentes y comprueben lo dicho.
Saludos
Pedro
Comentario de Walter Ponce
Fue una experiencia inolvidable, una aventura para el recuerdo!. Después de esta inolvidable travesía, la cual nos regaló una cantidad de experiencias...creo que todos aprendimos mucho! esto hace crecer a las personas y especialmente al grupo. Hay que ver el lado positivo, y mi humilde opinión es que tuvimos la oportunidad de conocer una ruta de un nivel extremo y mucha adrenalina... ubicando ha esta ruta en una de las más importantes que tenemos hasta la fecha en Arequipa. Yo en particular estoy pensando el volver para trazar la ruta que falta conocer, entre Lluta y este desvio que nos pasamos. Amigo, creo que esta ruta nos trae muchas alternativas para el futuro.
Toda ruta nueva es un gran desafío, especialmente si es larga, ya que es allí donde salen a relucir algunas deficiencias... como el manejo obligatorio de radios y linternas para todos. Creo que con una mejor previsión del tiempo y conociendo mejor la ruta, la hacemos. Lo primero que quiero hacer es regresar en bus a Lluta un viernes por la noche, y el sábado muy temprano a eso de las 5 AM salir en sentido contrario por la parte que deberíamos ingresar a Lluta, pedalear parte de la mañana hasta encontrar el desvío que nos pasamos, llevar pintura fosforecente y señalizar toda esa parte que debe ser complicada; de tal manera que cuando regresemos no tengamos problemas con la ruta. Luego de terminar el trabajito regresamos a Lluta por el mismo camino para dormir. El domingo muy temprano partimos al Pedregal, para hacer lo mismo, reconocer terreno, señalizarlo etc., etc., del tal manera que cuando regresemos para la siguiente tenemos una visión completa de la ruta, que dicen mis queridos aguerridos ciclistas??
Espero sus opiniones, un fuerte abrazo....
WAPOCA
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27 de Julio 2011
Este 28 de julio, a las 3.00 am., 17 ciclistas miembros del Team Inter, partimos en Bus con destino a Patapampa, donde iniciaremos una travesía que nos llevará hacia LLuta y desde aquí al Pedregal - Majes.
Es una ruta desconocida, hablando en términos ciclísticos. Cremos que es la primera vez que se hará en bicicleta de montaña y nos aventuramos lo siguientes ciclistas:
01.- Berly Ydme 02.- Carlos Gonzáles 03.- Dante Guzmán
04.- Fernando Ibarcena 05.- Grenny Rosado 06.- Juan Carlos Quijahuamán
07.- Jaime Virrueta 08.- Jesús Valdivia 09.- Mauricio Román
10.- Miguel Zapata 11.- Pedro Villena 12.- Reynaldo Peralta
10.- Miguel Zapata 11.- Pedro Villena 12.- Reynaldo Peralta
13.- Roberto Alvarez 14.- Victor Lazo 15.- Walter Amésquita
16.- Walter Ponce 17. Rafael Córdova
16.- Walter Ponce 17. Rafael Córdova
Este es el proyecto del viaje, el cual ha sido elaborado por nuestro compañero Walter Ponce:
TRAVESÍA PATAPAMPA – EL PEDREGAL 2011
1. SOBRE LA PARTIDA
La partida se realizará el día 28 de Julio a las 3:00 de la mañana, en el lugar previsto según número de participantes. La idea es estar muy temprano en PATAPAMPA 5:30 AM.
2. SOBRE LA BICICLETA
La bicicleta tienes que acondicionarse para esta ruta especialmente:
a) Colocarle parrilla, para no estar cargando en mochila, es una ruta larga y hay que llevar cosas muy elementales para no tener problemas a lo largo de la ruta. Es importante el acondicionamiento de la bicicleta, para que no resulte incómodo nuestro periplo.
b) Revisión integral de la bicicleta, se recomienda hacerle mantenimiento general.
c) Sobre las cámaras y llantas, si están muy gastadas les recomiendo cambio. Llevar dos cámaras de repuesto (nuevas).
d) Llevar su kit de herramientas
3. SOBRE EL ABRIGO
El frio a la hora de la partida es muy fuerte, les recomiendo llevar prendas apropiadas, (no tienen comparación con el frio del Chachani)
a) Llevar pantalón y casaca térmica, lo más cómodas posible, tengan en cuenta que tienen que pedalear un buen trecho con esa ropa.
b) Guantes y si es posible un pasamontañas para enfrentar el frio de las primeras horas.
c) Medias gruesas, ya que el frio ingresa por esta zona.
d) Sus prendas de ciclista las tendrán bajo las prendas mencionadas, para poder ir despojándonos de las prendas a medida que calienta el sol.
4. SOBRE LAS MEDICINAS
La ruta es larga y en altura, a más de 4, 500 msnm y nos enfrentamos a cambios bruscos de temperatura, les recomiendo lo siguiente:
a) Llevar coramina u otros (Sorochimil) para el mal de altura, ya que se presenta sin mayor aviso. Funciona muy bien las hojas de coca, y alcohol.
b) Llevar algunas pastillas para el estómago, no todos somos iguales…la digestión en la altura es lenta. Pueden llevar Buscapina, Plidan compuesto u otras pastillas para el dolor y la digestión.
c) Para el primer día llevarse mate de coca en sus bebederos, ayuda mucho.
d) No comer a la hora de la partida, esperemos aclimatarnos para hacerlo poco a poco. Les recomiendo hidratarse y alimentarse bien el día anterior.
5. SOBRE LOS ALIMENTOS
Llevar lo necesario para el primer día, no hay que llevar exceso de peso:
a) Llevar galletas, chocolates, pasas o frutas secas, dan mucha energía y no pesan tanto. En particular les recomiendo los Snickers son fabulosos en este tipo de eventos
b) Sobre las bebidas, sólo les recomiendo agua y mate…el agua la tenemos a disposición en una cantidad de manantiales de los deshielos de los nevados, pero sólo en parte de la mañana.
c) Evitar llevar enlatados, ya que pesan demasiado. Creo que una lata de atún es suficiente.
d) Para terminar creo que sería importante alguna fruta, en este caso plátano creo que ayuda bastante.
Para el segundo día nos abastecemos en Lluta, compramos lo que nos hace falta.
6. SOBRE EL ALOJAMIENTO
Se tiene previsto el alojamiento de la Municipalidad de Lluta. También puede ser en otros que en estos últimos meses están en funcionamiento. Este tema es conversable.
7. SOBRE LA RUTA
Tenemos dos tramos bien definidos:
a). Primer Tramo 28 de Julio Patapampa – Lluta
b). Segundo Tramo 29 de Julio Lluta – Pedregal.
a) El primer tramo es muy variado el terreno, los primeros kilómetros son de una trocha bastante firme, no hay mayor problema, después de algunos minutos, encontramos algunos bofedales, propio de la zona, es mejor esquivarlos para no enlodar la bicli, ya que se siente más pesada. Luego descenderemos algunos tramos, para encontrarnos con los deshielos de los volcanes… esta zona es super simpática, el paisaje es singular, hay que tener cuidado al pasar por los riachuelos. Todo este paisaje termina, pasando el Ampato, de allí vienen unas planicies muy inestables hay que tener cuidado por el tema de los cenizales. Bueno hasta allí yo recorrí en varias oportunidades en carro, me imagino que en bici es diferente. A partir de allí se inicia el descenso hacia Lluta, donde a su paso encontraremos una serie de caseríos. El arribo a nuestro primer destino está previsto a eso de las 4:00 de la tarde
b) El segundo tramo, según información recogida por los lugareños, es una trocha que está en mejores condiciones del primer tramo, ya que está en uso constante. Los primeros kilómetros nos acompaña el verdor de la campiña de Lluta, su andenería es el atractivo principal, y en las horas de la mañana nos regalará unas vistas muy hermosas. En la medida que ascendemos el terreno se hace más árido hasta llegar a encontrarnos con el desvió de la carretera a Huambo, desde este punto el descenso es más reposado, bajando por una zona desertica hasta alcanzar el pueblo de Huacan, un caserio con su iglesia. Desde este punto son poco los kilómetros que nos separan del pedregal, de allí encontramos algunas irrigaciones nuevas. Creo que a un ritmo moderado estaríamos llegando pasado el medio día.
8. SOBRE LOS COSTOS
En este tema mucho tiene que ver la cantidad de participantes, ya que según eso podemos hacer costos reales de la movilidad.
a) Si somos pocos podemos ir en el bus de las 3:00 AM del terminal terrestre, el costo por persona es de S/. 12 Soles aproximadamente. Sin contar el costo de la llevada de la bici. En ese horario salen las siguientes empresas: Andalucia, Reyna, Trébol y Señor de los Milagros. Tendríamos que pensar en unos S/ 20:00 soles.
b) Si somos más de 10 ciclistas ya podríamos contratar una movilidad hasta Patapampa. El costo es de S/. 40.00 por ciclista, aproximadamente.
c) El alojamiento por ciclista es de S/. 10:00 (Diez nuevos soles)
d) Alimentos en Lluta: Cenas y Desayuno S/.10:00 (Diez nuevos soles) a no ser que quieran sus extras, la cosa cambia.
e) Alimentos en el Pedregal serán unos S/. 10.00 (Diez nuevos soles)
f) Pasajes de retorno del Pedregal, el normal es de S/ 5 ó 6 soles, bueno con la bicla póngale S/. 10: 00 (Diez nuevos soles)
Como verán el costo más humilde hasta aquí no sobrepasa los S/. 85:00 (ochentaicinco nuevos soles), sumando los gastos individuales de golosinas y comida del trayecto pueden ser fácilmente los S/. 100.00 nuevos soles.
ALGUNOS DATOS IMPORTANTES
Patapampa la parte más alta de la travesía al Colca. Patapampa se encuentra casi a 4500 msnm.
Es conocido también como el mirador de los volcanes, ya que desde este mirador se pueden apreciar diferentes nevados: El Misti, Chachani, Ampato, Sabancaya, Ampato, etc.
En esta zona están las apachetas, montículos de piedras que los turistas dejan en forma de pago a la tierra.
La partida se realizará desde Patapampa a eso de las 6:30 de la mañana, se recomienda llevar prendas apropiadas para enfrentas los vientos gélidos de los más de 4, 500 msnm. Los primeros kilómetros son una planicie donde se encuentran grupos de vicuñas.
Después de unas dos horas de camino descendemos por unos acantilados y bofedales, propios de los deshielos de los nevados Hualca Hualca, Sabancaya y Ampato.
Los paisajes realmente son espectaculares… se pasará por los nevados a muy pocos kilometros y se podrán tomar fotos muy buenas. Estaremos por estos lugares al promediar las 11 de la mañana.
Pasado el medio día debemos empezar el descenso hacia el valle de LLuta y aledaños, por una trocha carrosable. Desde este punto las vistas siguen siendo muy impactantes.
El ingreso a las andenerías es al promediar las 2 de la tarde, el paisaje cambia notablemente.
Historia de Lluta
Etimología
El origen de su nombre es incierto, desde "Llucta", que hace referencia a la pasta seca hecha de ceniza y otros componentes que ayuda al chacchado de la coca, insumo utilizado hasta la actualidad por los pobladores de Lluta en el pago a la madre naturaleza y en el mismo trabajo.
Otra de las referencias es el término Llut'a o "Llut'ay", que significa untar barro con la mano como estucado o rellenar un resquicio entre las piedras de una pared de las casas o cercos.
Época Pre- Inca e Inca.
Está debidamente probado que los orígenes más remotos de Lluta tiene la categoría de pueblo importante integrante de la nación Kunti. Esta nación estaba formada por guerreros que se extendieron en gran parte del Collasuyo, sus conquistas llegaron hasta los valles del Chili, Vitor, Siguas y hacia el nor oeste hasta lo que es hoy la provincia de Condesuyos.
Las ruinas de Llactapata, pequeña meseta ubicada cerca de lo que fue la "Chaupi collana" de Querque, se presume que fuel el primer asentamiento humano, en la continuación de sus conquistas hacia el sur se ubicaron en el Cerro de la Gentileria (San Francisco), por ser un lugar estratégico para la defensa del enemigo; además, influyó de esta ubicación el haber encontrado las minas de sal. desde esta época Lluta tuvo la categoría de pueblo y se encontraba dentro de su ámbito la "Chaupi collana" de Querque, el ayllu de Taya, la collana de "Guanca", los pueblos de Murco y Yura.
Época Colonial.
Los conquistadores luego de vencer la resistencia de los Collaguas y Kuntis, explotaron los recursos minerales con el desmedido afan de buscar metales preciosos, las evidencias se encuentran en la explotación de cobre (minas de Condorcillo). Posteriormente entregaron la administración de la mina de sal a los clérigos Franciscanos; recursos económicos que permitieron construir la Iglesia más grande de la doctrina de Lluta. En el año de 1560 los colonizadores iniciaron la evangelización cristiana a cargo de la Orden Franciscana.
El clérigo Don Antonio de Toscano, en junio de 1554, sostiene que la doctrina de Lluta contaba con una población de 800 personas, San Lorenzo de Murco con 50 personas, Santiago de Huanca con 30 personas, San Jerónimo de Taya con 70 y San Andres de Yura con 30; por la densidad poblacional Lluta tenía la mayor población censada para la evangelización cristiana.
De acuerdo a las investicaciones realizadas podemos afirmar que la Parroquia de Lluta era la más extensa de Caylloma y que el nombre de Lluta aparece con tal desde entonces, por lo tanto es una aventura sostener que el nombre fue creado por alguna familia de apellido español.
Época Republicana.
El Libertador Simón Bolivar, con el fin de organizar políticamente al Perú como República, dictó la Ley del 07 de agosto de 1825, creó departamentos, provincias y distritos; dentro de ellos el distrito de Lluta junto a otros catorce distritos de la provincia de Caylloma.
Por la Ley del 2 enero de 1857, el presidente Ramón Castilla ratificó como distritos a los creados por Simón Bolivar. La Asociación Distrital Lluta, luego de una amplia investigación, propuso a la Municipalidad, para que la fecha de aniversario sea fijada el 02 de enero, tomando como año de creación política 1825.
Desde el siglo XVII, el amplio ámbito territorial del distrito de Lluta, empezó a desmembrarse; Yura pasó a formar parte de la provincia de Arequipa por Ley del 03 de diciembre de 1874. Por Ley Nº 5677 del 25 de enero de 1927 fue creado el distrito de Huanca y el anexo de Murco y por Ley Nº 27236 del 20 de diciembre de 1999 fue creado el distrito de Majes, integrado por todos los centros poblados de la Irrigación Majes.
Walter Ponce del Castillo
Responsable del proyecto
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realmente fascinante todo el recorrido; una aventura genial... la lei completa paso a paso y deberas que la disfrute tanto ya mas que ustedes; ya que yo soy de alla y conosco todo respecto a ello. admirable travesia en verdad. espero que no se hayan olvidado de comerse un quesito rojo jajajaja es lo maximo.
ResponderEliminarHola Yenifer. Ya hemos ido varias veces, el 2016 fue la última vez y planeamos repetir en 2018. Todas las veces nos traemos quesos rojos en nuestras mochilas
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