Este sábado 30 de octubre un grupo de ciclistas inició la siguiente travesía:
- Sábado 30 octubre - Día 1 --> Arequipa - La Punta --> 145 Km. por la panamericana
- Domingo 31 octubre - Día 2 --> La Punta - Ilo --> 100 Km. por la costanera
- Lunes 1 noviembre - Día 3 --> Ilo - Tacna --> 155 Km. por la costanera
- Martes 4 noviembre - Día 4 --> Tacna - Arica --> 57 Km.
La partida fue a las 5.45 am, desde la Av. Bolognesi s/n, altura cuadra 3, antes del ingreso al Club Internacional.
CICLOJINETES CON DESTINO ARICA:
Estoy sumamente convencido que en todo grupo humano, siempre hay y habrán problemas, porque se conjúan personas con caracteres totalmente distintos. Pero sobre todo ello, prevralece la solidaridad del Team Inter. Esta solidaridad ya la he experimentado varias veces, pero con la ocasión del viaje a Arica, he podido comprobarla en toda su plenitud.
Estas primeras palabras son para agradecer a:
- Henry Villalta, que se levantó a las 5 am sólo para acompañarnos un poco más allá de la Vía de Evitamiento; inicias con un fuerte empuje de optimismo
- Jesús Valdivia que el sábado sólo nos acompañó hasta el Km. 48 pues tenía que regresar a trabajar. Sin embargo, El día lunes viajó en Bus hasta Ilo para poder mantenernos con la moral en alto, nos acompañó hasta Tacna y luego hasta Arica. Muy pocas personas pueden hacer ese esfuerzo de realizar un viaje para no dejarnos solos. LLegó a Ilo a las 2 de la madrugada y se levantó nuevamente a las 7 am para acompañarnos en la ruta.
- Fredy Barrientos, que nos acompañó hasta Santa María, antes de La Punta y de allí continuó pedaleando hasta Mollendo para encontrarse con su familia. Por motivos de trabajo, Fredy no salía últimamente en forma continua, pero también se puso la camiseta del esfuerzo y de la solidaridad y nos acompañó parte de la ruta.
- Hans Niño de Guzmán, Arturo Salinas, Jorge Chávez, Mauricio Román, Renzo Rodriguez, Dante Guzmán que dejando a un lado sus labores diaris, nos acompañaron hasta La Punta de Bombón.
- Pedro Villena, Jesús Luna, Berly Ydme, quienes haciendo un esfuerzo y extendiéndose más allá de lo previsto, nos acompañaron hasta Ilo.
La semana anterior al viaje estuve mal con el estómago, yo me decía: no puedo ponerme mal justo ahora. Tomaba pastillas para calmar el dolor de cabeza, pero seguía, tomaba pastillas para estabilizar mi estómago suelto, pero las pastillas no funcionaban. El sábado a las 5 am cuando salí de mi casa, todas las molesltias se fueron como por encanto, físicamente me sentía perfecto.
SABADO 30 DE OCTUBRE - 1ER. DIA
Salimos algo desordenados 13 ciclistas, todos llenos de entusiasmo y vitalidad pero queriendo estar primeros. Eran las 5.45 am, y aunque ya teníamos un retraso de 15 minutos, la sonrisa no se apartaba de nuestros rostros.
Pasando la Vía de Evitamiento se despidió Henry. Le agradecimos el esfuerzo que había hecho en acompañarnos un par de kilómetros y seguimos camino.
LLegando a Uchumayo, nos encontramos a Pedro Villena, que pensando que habíamos salido puntuales, se apresuró en tratar de alcanzarnos en Uchumayo, pero tuvo que esperarnos unos minutos. Tuvimos que tomarnos unos15 más de espera, porque Fredy sufrió una pinchadura y había que cambiar de cámara.
Retomamos el camino con el compromiso de no parar hasta San José, donde nos reagruparíamos y tomaríamos algo de comer.
A pesar del tráfico, llegamos sin complicaciones a las 8.15 am recorriendo 52 Km. Unos kilómetros antes, Jesús Valdivia se despidió de nosotros en el 48, había que regresar urgente a Arequipa pues tenía muchas cosas que hacer, es que es "La Mona Hacendosa".
Conforme a lo acordado, no reagrupamos en San José porque habíamos llegado sin orden. Luego de comer y vaciar nuestras vejigas, acordamos que los 12 ciclistas iríamos juntos, apoyándons uno a otros en fila india. En esto nos ayudó Dante, que como "Locomotora" subía y bajaba en la fila para apoyarnos en los cambios de cabecera. Como en otras ocasiones similares, descansamos frente a la base de La Joya y desde allí no paramos hasta el inicio de la bajada al Fiscal, donde llegamos a las 12 del mediodia.
Para Berly, "Pato" y Arturo, era la primera vez que hacían la ruta a La Punta y la verdad que la técnica de la fila india ayudó muchísimo, llegamos al Fiscal casi frescos, aunque Berly estaba un poquito más cansado, pero igual se portó a la altura de las circunstancias.
El almuerzo en El Fiscal es un clásico; ese "Lomo a lo Pobre", el completo, que te sirven es traumatizante si no estás acostumbrado a comer bien. Pero Fredy y Hans se lo sirvieron y terminaron más rápido que tomar un vaso de gaseosa. Quien más disfrutó de almuerzo fue Berly que recargó sus baterías al 100% y quedó como nuevo. Para Pedrito, ese "Lomo" equivalìa a comerse su plato de tallarines con su porción de arroz y su porción de papas.
Todos bien comidos y con la sed debidamente saciada, nos alistamos para continuar camino cuando... Jesús Luna nos dice que tenía una pinchura y había que cambiar cámara. Partimos con destino a Cocachacra y a La Punta a la 1.40 pm, estábamos en buena hora. En Santa María se despidió Fredy, buenos deseos, buenas vibras y llegamos a La Punta a las 3.30 pm. aproximadamente, con 145 Km. recorridos.
Buscamos un hotel y luego de bañarnos y asearnos, fuimos a buscar comida. Arturo se regresó a Arequipa inmediatamente. Quedábamos 10 ciclistas para pasar la noche. Vito tenía un dolor en la rodilla derecha, me preocupaba ese dolor porque con él tenía que continuar hasta Arica. Felizmente compramos apronax y con la medicación oportuna, Vito pudo recuperarse.
Lo bueno es que yo también pude recuperarme de mi afección. Cuando me estaba bañando me dí cuenta que mi trasero estaba escaldado, no era solo un dolorcito, sino, que estaba como llaga. Por un momento pensé que las cosas se me iban a complicar y mientras buscaba en las farmacias junto con Vito un medicamento para mi escaldadura, Hans me dijo que tenía entre sus cosas una crema para esae malestar. En la noche me unté abundantemente esas partes maltrechas y al dia siguiente estaba recuperado; lo seguí usando los siguientes días con el beneficio correspondiente porque me desinflamaba toda la zona.
DOMINGO 31 DE OCTUBRE - 2DO. DIA
Habíamos acordado con la Sra. del restaurante que a las 6 am iríamos a tomar desayuno, que nos preparara tallarines y quinua con manzana.
Muy temprano nos levantamos para ir a desayunar, a las 6.10 am ya estábamos saliendo al restaurante.
En el trayecto, sentía un sonido raro en mi bicicleta, algo chirriaba...... era la llanta delantera que estaba frenada, uno de los frenos estaba desviado y no dejaba girar bien la llanta. Por un momento se me vinieron malas ideas a la caabeza, porque en la anterior ocasión que viajé a Ilo, me pasó lo mismo con la llanta posterior y me desgastó mucho esa falla mecánica; pero mientras observaba cómo arreglar el problema, pensaba y me decía que con llanta frenada o no igual iba a llegar hasta el final, que eso no me iba a detener. En eso llegaron lo demás muchachos y Dante Guzmán, con mucho conocimiento del tema arregló el problema, aunque no sé en qué momento se volvió a frenar la llanta, pues en Ilo me di cuenta que la llanta nuevamente tenía dificultades para girar. Qué hacer? simple, eso no me iba a detener así que me desentendí del problema y como no era muy serio el problema, me desentendí.
El desayuno de tallarines y jugo de quinua con manzana me pareció muy consistente, aunque nos olvidamos de decirle a la Sra. que no lo prepare con mucho aceite, pues durante la ruta, la grasa me despertó mucha sed. Tenía 2 1/2 litros que me fueron muy suficientes, aún con la sed que tenía.
A las 7 am, 5 ciclojinetes iniciamos la aventura con destino a Ilo. Luego de una hora de recorrido, paramos unos 200 mts. más allá de la caseta de SENASA. Cuando llegó Vito, nos presentó el primer problema serio: se le había roto el riel del asiento. No sabíamos qué hacer porque iba a ser muy difícil que llegara a Ilo en esa forma, más fácil era regresar a La Punta, o esperar que pasara un carro que lo llevara Ilo, aunque siendo domingo por la tarde, era poco probable encontra un mecánico. Felizmente a Pedro se le prendió el foquito y observó que corriendo el asiento más adelante, la llave que sujeta el mismo podía solucionar el problema y así fue. Sacamos un sujetador que nos parecía sobrar y con la moral recuperada continuamos adelante. Pero a pesar de ajustar el perno fuertemente, el asiento se corría nuevamente y se le soltaba. Así que colocamos el sujetador que aparentemente sobraba y se acabó el problema.
Todo iba bien, descansábamos 5 minutos cada hora y tratábamos de recuperar el tiempo perdido en reparar el asiento yendo a buen ritmo de pedaleo, creo que íbamos a 20 ó 22 por hora. De pronto Jesús Luna presentó otro problema, se le rompió el pedal derecho y aunque trató de repararlo no se pudo hacer nada, así que decidió continuar pedaleando sobre el eje.
Más adelante, faltando unos 50 Km para llegar a la fundición empezamos a encontrar trabajadores, maquinaria pesada, construcción de desenvalses de torrenteras, etc. Eramos el último grupo de ciclistas que iban por la costanera en trocha, la estaban asfaltando y para el próximo grupo que intentara el viaje, todo ya seria sobre pista, la tierrita se acababa para nosotros. Algunos trabajadores nos informaron que faltando unos 30 Km. para llegar la fundición, habían zonas asfaltadas.
Más adelante, Pedrito pinchó llanta y ni modo, a cambiar.
En uno de los últimos descansos se desató la locura. La gente no deja de sorprender, pensaba que yo erá el único que tenía el patrimonio de la locura, con litio y todo, pero Vito me ganó. En uno de los últimos descansos en que estábamos tomándonos unas fotos, Vito nos dice que se quiere tomar una foto desnudo... queee????? Si amigos, y uniendo los hechos a las palabras se quitó toda la ropa y empezó a posar desnudo, incluso como vedette, o vedeto en este caso, y las fotos hablan por si solas. Sería el sol? el calor? la sed? o el tiempo que estuvo con el asiento roto y el tubo tocó sus zonas erógenas? Lo que sea, fue un rato de mucha risa para todos nosotros.
Se acuerdan de ese comercial que dice:·"Red Bull te da alas".... Bueno, en el último descanso, Vito sacó una lata de Red Bull de la cual Pedro y yo tomamos un poco para probar. Me pareció rica, pero creo que de verdad te da alas, porque cuando partimos, Pedro empezó a pedalear como si recién estuviéramo partiendo de Arequipa, en pocos minutos desapareció de nuestra vista, hecho una bala, o balita por lo menos, es que es tan "delgadito"..... que cortaba el viento fácilmente y con las alas que adquirió....
Ya no volvimos a descansar hasta unos kilómetros antes de la Fundición, en una playa al lado del camino donde paramos a tomarnos unas fotos. Allí encontramos a Pedrito esperándonos, se le agotó el combustible extra que tomó con la Red Bull y se le aflojó el estómago, un baño urgente en el desierto.....
Y como anteriormente nos dijo un trabajador, habían zonas asfaltadas, no continuas, pero hasta la Fundición estaba asfaltado. Terminando de pasar la Fundición pinchó llanta Jesús Luna. Luego de esperarlo, paremos en el malecón de Ilo, donde nos quedamos a ver el atardecer y a comer un helado.
LLegamos a la Plaza de Ilo a las 4 pm exactamente, luego de recorrer 100 Km. desde La Punta de Bombón y un acumulado al 2do. día de 245 Km.
Luego de complacer la gran necesidad de un par de negritas que tenía Pedro, ya que no había negritos, fuimos a buscar un hotel para disfrutar de un largo baño de agua caliente. Pedro tuvo la gentileza de ceder su asiento a Vito para que podamos continuar sin problemas la ruta; nos despedimos de Pedro, Jesús Luna y Berly que se regresaban a Arequipa y nos alistamos para descansar y recuperar fuerzas para el día siguiente.
LUNES 1 DE NOVIEMBRE - 3ER. DIA
Eran las 6.20 de la mañana y nos disponíamos a salir a tomar desayuno, cuando el dueño del hotel nos dice que había llegado un compañero nuestro. Era Jesús, "La Mona Hacendosa", que había llegado en Bus a las 2 am para acompañarnos hasta Arica.
Lo fuimos a despertar y mientras se bañaba y preparaba su mochila, se nos pasaba la hora para ir a tomar desayuno.
Partimos a las 9 am, no sin antes de que yo recibera un baño de caca, si pues, mientras yo sujetaba la mochila a la parrilla de mi bicicleta, un ave guanera dejó su recuerdo sobre mi bicicleta, cabeza y espalda. Los testigos se mataban de risa y me decían que era para la buena suerte.
El día estaba nublado y yo estaba con la tricota húmeda porque la había lavado la noche anterior. Mientras salíamos de Ilo me hacía pupú de frío, el viento era en contra y teníamos que estar atentos porque no escuchábamos los vehículos que venían detrás nuestro. Intentamos que Jesús vaya delante de nosotros para cortar el viento, pero el hombre estaba que no creía en nadie y se adelantó solo. Vito y yo seguimos a nuestro ritmo mesurado, pero poco a poco yo me fui quedando atrás mientras me detenía para tomar fotos. Sólo paramos dos veces, la primera saliendo de Ilo para tomar unas fotos y la segunda vez un hora después de viaje para descansar. Pasada la segunda hora, Jesús nos estaba esperando para descansar, pero con Vito decidimos ya no parar por haber salido muy tarde y queríamos recuperar el tiempo, así que seguimos adelante llamándolo a Jesús para continuar.
En lo particular, yo no quería descansar y sentía que no lo necesitaba, apenas paraba unos segundos por una foto, pero bastaba para que Jesús y Vito se adelantaran hasta perderse de vista.
LLegando a Ite el paisaje era muy hermoso, con lagunas como Mejía, algunas playas con arena blanca, y una de ellas tenía precisamente el nombre de "Playa Arena Blanca". Pasando por el desvío a Ite, ví a a Jesús y Vito descansando, le grité vamos!!!! y continué camino sin detenerme a descansar. No es que no sintiera el cansancio ni que fuera el hombre de acero, pero estaba mentalizado en llegar lo más temprano a Boca del Río y eso hacía.
Más adelante estaba yendo por el lado externo de la raya blanca, tal como habíamos hecho todo el camino, cuando de pronto siento un fuerte bocinazo en mi espalda. Siempre que voy por pista, trato de ir mirando hacia atrás cada cierto trecho para comprobar si vienen carros o no y estoy atento al menor sonido para abrirme más a mi derecha, pero cuando sentí el bocinazo, no me di cuenta de nada, momentos antes había mirado hacia atrás y no había nada y menos escuchado porque el viento estaba en contra. El fuerte ruido del bocinazo me sobresaltó y me hice más hacia mi derecha en el preciso instante que un camión enorme pasaba a escasos centímetros de mi izquierda. No entiendo la manía de alguno de estos tipo que tocan la bocina casi en tu oreja para ver si te hacen caer, pero ese infeliz pasaba sus ruedas derechas por el mismo lugar donde había estado yo. Y no era un lugar estrecho, no venían otros vehículos en sentido contrario, simplemente era un tipo que se creía un mounstruo del timón y de la carretera. Me detuve para tratar de tomar una foto, pero ya era tarde, mientras sacaba la cámara de su estuche y del canguro..... el enorme camión desaapreció de mi vista. Sólo dí gracias a Dios y continué camino aunque mascullando contra el chofercito ése.
Más allá llegué a Puerto Grau. Un pequeño puerto de pescadores el cual crucé alegremente.... por poco tiempo. Es que para salir de ese puerto me encontré con una subida eterna, por la chiva negra!!!! pedaleaba y pedaleaba mirando que el final estaba cerca, pero cuando creía llegar a la cumbre, era una pequeña curva a la izquierda y otra vez a seguir pedaleando. Me pasé más de 2 horas en ese plan y como no conocía la ruta, no sabía cuánto faltaba por terminar, realmente se hacía eterno. La vista desde arriba era muy bella, la playa que se divisaba despertaba el deseo de bañarse.
Pero la ley de gravedad tiene su fundamento, todo lo que sube tiene que bajar en algún momento, y así fue. Desde allí todo fue fácil hasta Boca del Río, donde llegué a las 3.30 de la tarde. Me decía que si hubiésemos salido a las 7 am como planificamos, en Boca del Río estábamos a la 1.30 de la tarde y a las 4 estaríamos llegando a Tacna. Pero no era momento de quejas, me senté a esperar que llegaran Vito y Jesús.... pero nada, pasaban los minutos y no llegaban. A eso de las 4 de la tarde paró un ómnibus de la empresa Flores que recogió a varios veraneantes y preguntándole al chofer, me dijo que no había visto a ningún ciclista en el camino.
Empecé a preocuparme porque me parecía raro que no fueran vistos en la carretera y que pasada media hora todavía no llegaran. No sabía si seguir esperando o embarcarme a Tacna o quedarme a dormir en Boca del Río. Eran 4.30 de latrde y ya estaba averiguando por un alojamiento en el balneario cuando los veo llegar a los dos sonrientes y diciéndome que seguirían pedaleando hasta Tacna.
Yo los miraba pasar con cara de idiota calculando a qué hora llegaríamos a Tacna.... pero me estaban tomando el pelo... are... ajo....
Les pregunté qué había pasado y me dijeron que Jesús se puso un poco mal en Ite. Lo que pasa es que había llegado de madrugada a Ilo, lo levantamos a las 7 am y salimos con destino a Tacna a buen ritmo con sólo una parada, así que presumo que la falta de descanso lo mareó un poco, por lo que se quedaron un rato en Ite para que coma algo. También se detuvieron a comer otro "alguito" en Puerto Grau y de allí la demora de una hora.
Era imposible que continuáramos pedaleando hasta Tacna porque se nos haría de noche en el camino y no nos podíamos exponer de esa manera. Así que entramos a Boca del Río a esperar uan custer que nos lleve.
Recién pudimos embarcarnos a las 5.30 pm, una hora después que llegaran los angelitos. Vito leyendo y Jesús durmiendo llegamos a Tacna a las 6.20 pm, ya estaba oscuro. Mientras bajábamos las bicicletas de la combi, llamábamos a un amigo del colegio militar que nos había separado habitación en un hotel, se nos hizo más tarde aún.
Físicamente estábamos bien, Jesús también estaba como nuevo luego de comer, pero queríamos darnos un buen baño de agua caliente e irnos a cenar.
Yo fui el primero en entrar al baño. El hotel tenía una tenía una terma eléctrica pero el agua salía helada. Ya se imaginarán las dulces palabras que salían de mi boca al no encontrar agua caliente. Entró Vito a ver y lo que pasaba es que la palanca estaba baja... mela.....
Pero el plato de la ducha tenía una fuga de agua y no caía bien. El agua era caliente pero poca. Así que inocente, o estúpido, quise meter el dedo para tapar la fuga y lo que recibí fue un choque eléctrico. Ya el agua estaba corriendo, yo estaba completamente mojado dentro de la ducha, el choque eléctrico me lanzó contra la pared con el grito de dolor respectivo. Nuevamente entró Vito, estaba hecho mi héroe, pero ya no había nada que temer. Algunos dirán que tuve buena suerte por toda la caca que aquél pájaro me tiró encima, yo simplemente creo que Dios sigue velando por mí.
Posteriormente todos bañados, cambiados y perfumados, salimos a dar una vuelta por la plaza. La noche estaba fría y como era lunes feriado, habían pocos negocios abiertos, pues eran poco más de las 8 de la noche. Lugar para comer? estaban cerrados. Nos antojamos de chifa, encontramos uno y allí mismo fuimos. Jesús fue generoso al invitarnos la comida.
Ya contentos con el estómago lleno y siendo más de las 9 pm, Vito nos invita un helado. Hacía frío, pero igual el helado nos tentó. Después de terminar los helados y muertos de frío por dentro y por fuera, nos fuimos al hotel a descansar.
MARTES 2 DE NOVIEMBRE - 4TO. DIA
Desayunamos en la casa del amigo y partimos con destino a Arica a las 8.30 am.
Sabíamos que la ruta era tranquila, que todo era plano. Como en todo el camino, desde el sábado 30 de cotubre, el clima nos estaba favoreciendo porque el día estaba nublado, aunque conforme nos acercábamos a Arica, el clima se despejaba.
Hasta Santa Rosa, la fontera en Perú, eran aproximadamente 33 Km. que los hicimos relativametne fácil, tomando alguans fotos cuando en el horizonte podíamos apreciar la situeta del Morro de Arica. En la frontera aperuanoa apenas nos demoramso unos 20 minutos en pasar, llenamos un formulario e inmediatmaente estuvimos listos para cruzar.
El Callacuta, lado chileno, sí tuvimos algunos problemas. Antes quiero aclarar que el pueblo chileno, desde el inicio, es un pueblo sumamente amable y servicial. En la primera caseta a la que nos acercamos, un policía chileno muy amabalemente nos dio las indicaciones para saber dónde ir a llenar los formularios respectivos, pasamos las ventanillas correspondientes y todos eran amables en su trato, nos preguntaban de dónde veníamos y nos felicitaban por el esfuerzo.
Pero los indios de mala leche no son un patrimonio peruano. Cuando ya estábamos listos para pasar, alguien de aduanas nos pidió una declaración peruana de propiedad de las biciletas. Indicamos que en el lado peruano no nos habías solicitado ese documento por lo tanto no podíamos entregarles algo que en Perú no requerían, pues las bicicletas eran un medio de transporte que estaba en uso. Luego de eso, nos pidieron una declaración de pasajeros. Les indicamos que no llevábamos pasajeros, que nosotros mismos estábamos conduciendo las bicicletas en forma personal. Nos enviaron a otra sección llamada Control Vehicular; nuevamente nos encontramos con personas muy amables, que nos dijeron que todo eso que nos solicitaban en aduanas estaba fuera de lugar. El encargado de esa sección se acercó personalmente a darnos la bienvenida a su país y decirnos que podíamos pasar sin ningún problema.
En total estuvimos detenidos en Callacuta unos 45 minutos pasados los cuales continuamos a Arica donde llegamos a la 1 pm, hora peruana.
Tras algunas indicaciones de una señora, llegamos a la zona donde se ubica el Morro; espectacular, hermoso, un extraño sentimiento me embargaba porque sabía que ese lugar había sido peruano y había costado la sangre de miles de soldados por defenderlo y conquistarlo. Lo veía y quería subir allí, quería estar en medio de aquél lugar, así que preguntando ubiqué el lugar por dónde subir al Morro.
Vito y Jesús quedaron esperando abajo porque ya conocían el lugar, pero yo me dí el gusto de llegar pedaleando al Morro. La vista es hermosa y con el corazón en la boca por el cansancio de la subida, tomé las fotos que pude. No entré a visitar el Museo que está ubicado allí porque abajo me esperaban abajo, pero me di el gusto de recoger un poco de esa tierra y traerla conmigo como parte y recuerdo de una visita a una tierra cuyos habitantes fueron muy amables con nosotros.
Posteriormente, nos fuimos al pasaje peatonal donde nos sentamos a comer un bocadillo, la famosa calle 21 de mayo. Cerca de las 3 de la tarde nos fuimos al terminal terrestre para regresar en bus a Tacna.
Ya en la noche, comiendo unos "sánguches" antes de ir al terminal para regresar a Arequipa, me vino una sensación de tristeza y vacío, había alcanzado mi sueño, había llegado a la meta y no había más.....
Salimos de Tacna a las 10 de la noche y llegamos a Arequipa a las 4 de la madrugada del miércoles, vinimos Jesús y yo porque Vito decidió quedarse en Tacna. LLegando a Arequipa Jesús tomó un taxi y se fue a su casa. Decidí quedarme en el Terminal hasta que amaneciera y a las 5 am, salí rumbo a mi casa. Salí pedaleando y llegué pedaleando.
La noche del miércoles empezó a venirme el cansancio, pero el jueves se me vino la noche. Ese jueves lo pasé como "zombie", sólo quería dormir, sólo quería comer y sólo quería tomar agua. No tenía dolor de ningún tipo, sólo me sentía muy cansado y hambriento.
Pasado ese día, las cosas volvieron a su lugar.
CONFESANDO MIS SENTIMIENTOS
Tenía ese sueño desde hace dos años, desde el 2008, y lo pude hacer. Cuando todo terminó, me sentía algo triste, algo vacío, porque tenía una meta (hablando ciclísticamente) y cuando lo conseguí me decía y ahora qué?
El viaje no ha sido un paseo por las nubes, pero no me sentí físicamente disminuído. Al final no sé si lo logré por estar en buenas condiciones físicas o por mentalizarme en lograr esa meta. Tiene que ser ambas cosas, pero considero que en mayor grado el creer en poder hacerlo y tener la determinación para hacerlo.
LLegan algunos momentos en que te sientes cansado y si mentalmente no estás apuntando a llegar, pues te quedas en el camino. Creo que hay un límite entre tu físico y tu corazón. Cuando llegas al límite de tu capacidad física, entra a tallar tu deseo de ganar, tu deseo de seguir, tu determinación, la fuerza de tu corazón y literalmente sacas fuerzas de donde supuestamente no hay.
Yo no sabía que tenía esa virtud, o tal vez con el ciclismo la he desarrollado, pero la determinación es una virtud que se está desarrollando en mí.
Para un ciclista profesional, hacer 460 Km. será cosa fácil, pero para un aficionado como yo,con 50 años de edad y en bicicleta de montaña, es un logro del cual me siento muy orgulloso y feliz. He participado en algunas competencias y he visto que no soy veloz, pero no importa, porque he visto en mi que cuando digo voy a irme a tal lugar en mi bicicleta, pues voy a ir allí aunque los demás digan lo contrario. Es que cuando me dicen que no lo voy a lograr.... sin saber me inyectan más determinación para demostrarles que están equivocados.
Asi que se pueden dar cuenta con lo que te he dicho, que me siento súper feliz, hubiese querido seguir pedaleando hasta Iquique, pero no tenía dinero.... ya habrá oportunidad.
Como hombre, tengo muchos defectos, pero en cuanto a virtudes, no sabía que la determinación y la perserverancia eran una de ellas. El ciclismo ha despertado en mí esas virtudes. Un día me dije, me voy a ir hasta Arica pedaleando, subiré al Morro de Arica en mi bicicleta, me traeré tierra de Arica y así lo hice a pesar de tener la llanta delantera algo frenada, a pesar de tener mi trasero adolorido. Lo hice a pesar de que algunos me decían que era imposible para mí, que no lo lograría y mientras más me lo decían, más deseo de demostrar lo contrario crecía en mi corazón.
Yo quería seguir pedaleando, quería ir a Iquique, sentía el trasero adolorido, pero dentro de mí ardía el deseo de seguir pedaleando, seguro la psicología lo explicará, pero yo quería más. Físicamente me sentía con fuerzas, seguía con hambre de devorar más kilómetros montado en mi bicicleta, era un ciclojinete buscando ir más allá de mis fuerzas, pero había alcanzado lo que quería, alcancé mi sueño, y no había más.
Estoy sumamente convencido que en todo grupo humano, siempre hay y habrán problemas, porque se conjúan personas con caracteres totalmente distintos. Pero sobre todo ello, prevralece la solidaridad del Team Inter. Esta solidaridad ya la he experimentado varias veces, pero con la ocasión del viaje a Arica, he podido comprobarla en toda su plenitud.
Estas primeras palabras son para agradecer a:
- Henry Villalta, que se levantó a las 5 am sólo para acompañarnos un poco más allá de la Vía de Evitamiento; inicias con un fuerte empuje de optimismo
- Jesús Valdivia que el sábado sólo nos acompañó hasta el Km. 48 pues tenía que regresar a trabajar. Sin embargo, El día lunes viajó en Bus hasta Ilo para poder mantenernos con la moral en alto, nos acompañó hasta Tacna y luego hasta Arica. Muy pocas personas pueden hacer ese esfuerzo de realizar un viaje para no dejarnos solos. LLegó a Ilo a las 2 de la madrugada y se levantó nuevamente a las 7 am para acompañarnos en la ruta.
- Fredy Barrientos, que nos acompañó hasta Santa María, antes de La Punta y de allí continuó pedaleando hasta Mollendo para encontrarse con su familia. Por motivos de trabajo, Fredy no salía últimamente en forma continua, pero también se puso la camiseta del esfuerzo y de la solidaridad y nos acompañó parte de la ruta.
- Hans Niño de Guzmán, Arturo Salinas, Jorge Chávez, Mauricio Román, Renzo Rodriguez, Dante Guzmán que dejando a un lado sus labores diaris, nos acompañaron hasta La Punta de Bombón.
- Pedro Villena, Jesús Luna, Berly Ydme, quienes haciendo un esfuerzo y extendiéndose más allá de lo previsto, nos acompañaron hasta Ilo.
La semana anterior al viaje estuve mal con el estómago, yo me decía: no puedo ponerme mal justo ahora. Tomaba pastillas para calmar el dolor de cabeza, pero seguía, tomaba pastillas para estabilizar mi estómago suelto, pero las pastillas no funcionaban. El sábado a las 5 am cuando salí de mi casa, todas las molesltias se fueron como por encanto, físicamente me sentía perfecto.
SABADO 30 DE OCTUBRE - 1ER. DIA
Salimos algo desordenados 13 ciclistas, todos llenos de entusiasmo y vitalidad pero queriendo estar primeros. Eran las 5.45 am, y aunque ya teníamos un retraso de 15 minutos, la sonrisa no se apartaba de nuestros rostros.
Pasando la Vía de Evitamiento se despidió Henry. Le agradecimos el esfuerzo que había hecho en acompañarnos un par de kilómetros y seguimos camino.
LLegando a Uchumayo, nos encontramos a Pedro Villena, que pensando que habíamos salido puntuales, se apresuró en tratar de alcanzarnos en Uchumayo, pero tuvo que esperarnos unos minutos. Tuvimos que tomarnos unos15 más de espera, porque Fredy sufrió una pinchadura y había que cambiar de cámara.
Retomamos el camino con el compromiso de no parar hasta San José, donde nos reagruparíamos y tomaríamos algo de comer.
A pesar del tráfico, llegamos sin complicaciones a las 8.15 am recorriendo 52 Km. Unos kilómetros antes, Jesús Valdivia se despidió de nosotros en el 48, había que regresar urgente a Arequipa pues tenía muchas cosas que hacer, es que es "La Mona Hacendosa".
Conforme a lo acordado, no reagrupamos en San José porque habíamos llegado sin orden. Luego de comer y vaciar nuestras vejigas, acordamos que los 12 ciclistas iríamos juntos, apoyándons uno a otros en fila india. En esto nos ayudó Dante, que como "Locomotora" subía y bajaba en la fila para apoyarnos en los cambios de cabecera. Como en otras ocasiones similares, descansamos frente a la base de La Joya y desde allí no paramos hasta el inicio de la bajada al Fiscal, donde llegamos a las 12 del mediodia.
Para Berly, "Pato" y Arturo, era la primera vez que hacían la ruta a La Punta y la verdad que la técnica de la fila india ayudó muchísimo, llegamos al Fiscal casi frescos, aunque Berly estaba un poquito más cansado, pero igual se portó a la altura de las circunstancias.
El almuerzo en El Fiscal es un clásico; ese "Lomo a lo Pobre", el completo, que te sirven es traumatizante si no estás acostumbrado a comer bien. Pero Fredy y Hans se lo sirvieron y terminaron más rápido que tomar un vaso de gaseosa. Quien más disfrutó de almuerzo fue Berly que recargó sus baterías al 100% y quedó como nuevo. Para Pedrito, ese "Lomo" equivalìa a comerse su plato de tallarines con su porción de arroz y su porción de papas.
Todos bien comidos y con la sed debidamente saciada, nos alistamos para continuar camino cuando... Jesús Luna nos dice que tenía una pinchura y había que cambiar cámara. Partimos con destino a Cocachacra y a La Punta a la 1.40 pm, estábamos en buena hora. En Santa María se despidió Fredy, buenos deseos, buenas vibras y llegamos a La Punta a las 3.30 pm. aproximadamente, con 145 Km. recorridos.
Buscamos un hotel y luego de bañarnos y asearnos, fuimos a buscar comida. Arturo se regresó a Arequipa inmediatamente. Quedábamos 10 ciclistas para pasar la noche. Vito tenía un dolor en la rodilla derecha, me preocupaba ese dolor porque con él tenía que continuar hasta Arica. Felizmente compramos apronax y con la medicación oportuna, Vito pudo recuperarse.
Lo bueno es que yo también pude recuperarme de mi afección. Cuando me estaba bañando me dí cuenta que mi trasero estaba escaldado, no era solo un dolorcito, sino, que estaba como llaga. Por un momento pensé que las cosas se me iban a complicar y mientras buscaba en las farmacias junto con Vito un medicamento para mi escaldadura, Hans me dijo que tenía entre sus cosas una crema para esae malestar. En la noche me unté abundantemente esas partes maltrechas y al dia siguiente estaba recuperado; lo seguí usando los siguientes días con el beneficio correspondiente porque me desinflamaba toda la zona.
DOMINGO 31 DE OCTUBRE - 2DO. DIA
Habíamos acordado con la Sra. del restaurante que a las 6 am iríamos a tomar desayuno, que nos preparara tallarines y quinua con manzana.
Muy temprano nos levantamos para ir a desayunar, a las 6.10 am ya estábamos saliendo al restaurante.
En el trayecto, sentía un sonido raro en mi bicicleta, algo chirriaba...... era la llanta delantera que estaba frenada, uno de los frenos estaba desviado y no dejaba girar bien la llanta. Por un momento se me vinieron malas ideas a la caabeza, porque en la anterior ocasión que viajé a Ilo, me pasó lo mismo con la llanta posterior y me desgastó mucho esa falla mecánica; pero mientras observaba cómo arreglar el problema, pensaba y me decía que con llanta frenada o no igual iba a llegar hasta el final, que eso no me iba a detener. En eso llegaron lo demás muchachos y Dante Guzmán, con mucho conocimiento del tema arregló el problema, aunque no sé en qué momento se volvió a frenar la llanta, pues en Ilo me di cuenta que la llanta nuevamente tenía dificultades para girar. Qué hacer? simple, eso no me iba a detener así que me desentendí del problema y como no era muy serio el problema, me desentendí.
El desayuno de tallarines y jugo de quinua con manzana me pareció muy consistente, aunque nos olvidamos de decirle a la Sra. que no lo prepare con mucho aceite, pues durante la ruta, la grasa me despertó mucha sed. Tenía 2 1/2 litros que me fueron muy suficientes, aún con la sed que tenía.
A las 7 am, 5 ciclojinetes iniciamos la aventura con destino a Ilo. Luego de una hora de recorrido, paramos unos 200 mts. más allá de la caseta de SENASA. Cuando llegó Vito, nos presentó el primer problema serio: se le había roto el riel del asiento. No sabíamos qué hacer porque iba a ser muy difícil que llegara a Ilo en esa forma, más fácil era regresar a La Punta, o esperar que pasara un carro que lo llevara Ilo, aunque siendo domingo por la tarde, era poco probable encontra un mecánico. Felizmente a Pedro se le prendió el foquito y observó que corriendo el asiento más adelante, la llave que sujeta el mismo podía solucionar el problema y así fue. Sacamos un sujetador que nos parecía sobrar y con la moral recuperada continuamos adelante. Pero a pesar de ajustar el perno fuertemente, el asiento se corría nuevamente y se le soltaba. Así que colocamos el sujetador que aparentemente sobraba y se acabó el problema.
Todo iba bien, descansábamos 5 minutos cada hora y tratábamos de recuperar el tiempo perdido en reparar el asiento yendo a buen ritmo de pedaleo, creo que íbamos a 20 ó 22 por hora. De pronto Jesús Luna presentó otro problema, se le rompió el pedal derecho y aunque trató de repararlo no se pudo hacer nada, así que decidió continuar pedaleando sobre el eje.
Más adelante, faltando unos 50 Km para llegar a la fundición empezamos a encontrar trabajadores, maquinaria pesada, construcción de desenvalses de torrenteras, etc. Eramos el último grupo de ciclistas que iban por la costanera en trocha, la estaban asfaltando y para el próximo grupo que intentara el viaje, todo ya seria sobre pista, la tierrita se acababa para nosotros. Algunos trabajadores nos informaron que faltando unos 30 Km. para llegar la fundición, habían zonas asfaltadas.
Más adelante, Pedrito pinchó llanta y ni modo, a cambiar.
En uno de los últimos descansos se desató la locura. La gente no deja de sorprender, pensaba que yo erá el único que tenía el patrimonio de la locura, con litio y todo, pero Vito me ganó. En uno de los últimos descansos en que estábamos tomándonos unas fotos, Vito nos dice que se quiere tomar una foto desnudo... queee????? Si amigos, y uniendo los hechos a las palabras se quitó toda la ropa y empezó a posar desnudo, incluso como vedette, o vedeto en este caso, y las fotos hablan por si solas. Sería el sol? el calor? la sed? o el tiempo que estuvo con el asiento roto y el tubo tocó sus zonas erógenas? Lo que sea, fue un rato de mucha risa para todos nosotros.
Se acuerdan de ese comercial que dice:·"Red Bull te da alas".... Bueno, en el último descanso, Vito sacó una lata de Red Bull de la cual Pedro y yo tomamos un poco para probar. Me pareció rica, pero creo que de verdad te da alas, porque cuando partimos, Pedro empezó a pedalear como si recién estuviéramo partiendo de Arequipa, en pocos minutos desapareció de nuestra vista, hecho una bala, o balita por lo menos, es que es tan "delgadito"..... que cortaba el viento fácilmente y con las alas que adquirió....
Ya no volvimos a descansar hasta unos kilómetros antes de la Fundición, en una playa al lado del camino donde paramos a tomarnos unas fotos. Allí encontramos a Pedrito esperándonos, se le agotó el combustible extra que tomó con la Red Bull y se le aflojó el estómago, un baño urgente en el desierto.....
Y como anteriormente nos dijo un trabajador, habían zonas asfaltadas, no continuas, pero hasta la Fundición estaba asfaltado. Terminando de pasar la Fundición pinchó llanta Jesús Luna. Luego de esperarlo, paremos en el malecón de Ilo, donde nos quedamos a ver el atardecer y a comer un helado.
LLegamos a la Plaza de Ilo a las 4 pm exactamente, luego de recorrer 100 Km. desde La Punta de Bombón y un acumulado al 2do. día de 245 Km.
Luego de complacer la gran necesidad de un par de negritas que tenía Pedro, ya que no había negritos, fuimos a buscar un hotel para disfrutar de un largo baño de agua caliente. Pedro tuvo la gentileza de ceder su asiento a Vito para que podamos continuar sin problemas la ruta; nos despedimos de Pedro, Jesús Luna y Berly que se regresaban a Arequipa y nos alistamos para descansar y recuperar fuerzas para el día siguiente.
LUNES 1 DE NOVIEMBRE - 3ER. DIA
Eran las 6.20 de la mañana y nos disponíamos a salir a tomar desayuno, cuando el dueño del hotel nos dice que había llegado un compañero nuestro. Era Jesús, "La Mona Hacendosa", que había llegado en Bus a las 2 am para acompañarnos hasta Arica.
Lo fuimos a despertar y mientras se bañaba y preparaba su mochila, se nos pasaba la hora para ir a tomar desayuno.
Partimos a las 9 am, no sin antes de que yo recibera un baño de caca, si pues, mientras yo sujetaba la mochila a la parrilla de mi bicicleta, un ave guanera dejó su recuerdo sobre mi bicicleta, cabeza y espalda. Los testigos se mataban de risa y me decían que era para la buena suerte.
El día estaba nublado y yo estaba con la tricota húmeda porque la había lavado la noche anterior. Mientras salíamos de Ilo me hacía pupú de frío, el viento era en contra y teníamos que estar atentos porque no escuchábamos los vehículos que venían detrás nuestro. Intentamos que Jesús vaya delante de nosotros para cortar el viento, pero el hombre estaba que no creía en nadie y se adelantó solo. Vito y yo seguimos a nuestro ritmo mesurado, pero poco a poco yo me fui quedando atrás mientras me detenía para tomar fotos. Sólo paramos dos veces, la primera saliendo de Ilo para tomar unas fotos y la segunda vez un hora después de viaje para descansar. Pasada la segunda hora, Jesús nos estaba esperando para descansar, pero con Vito decidimos ya no parar por haber salido muy tarde y queríamos recuperar el tiempo, así que seguimos adelante llamándolo a Jesús para continuar.
En lo particular, yo no quería descansar y sentía que no lo necesitaba, apenas paraba unos segundos por una foto, pero bastaba para que Jesús y Vito se adelantaran hasta perderse de vista.
LLegando a Ite el paisaje era muy hermoso, con lagunas como Mejía, algunas playas con arena blanca, y una de ellas tenía precisamente el nombre de "Playa Arena Blanca". Pasando por el desvío a Ite, ví a a Jesús y Vito descansando, le grité vamos!!!! y continué camino sin detenerme a descansar. No es que no sintiera el cansancio ni que fuera el hombre de acero, pero estaba mentalizado en llegar lo más temprano a Boca del Río y eso hacía.
Más adelante estaba yendo por el lado externo de la raya blanca, tal como habíamos hecho todo el camino, cuando de pronto siento un fuerte bocinazo en mi espalda. Siempre que voy por pista, trato de ir mirando hacia atrás cada cierto trecho para comprobar si vienen carros o no y estoy atento al menor sonido para abrirme más a mi derecha, pero cuando sentí el bocinazo, no me di cuenta de nada, momentos antes había mirado hacia atrás y no había nada y menos escuchado porque el viento estaba en contra. El fuerte ruido del bocinazo me sobresaltó y me hice más hacia mi derecha en el preciso instante que un camión enorme pasaba a escasos centímetros de mi izquierda. No entiendo la manía de alguno de estos tipo que tocan la bocina casi en tu oreja para ver si te hacen caer, pero ese infeliz pasaba sus ruedas derechas por el mismo lugar donde había estado yo. Y no era un lugar estrecho, no venían otros vehículos en sentido contrario, simplemente era un tipo que se creía un mounstruo del timón y de la carretera. Me detuve para tratar de tomar una foto, pero ya era tarde, mientras sacaba la cámara de su estuche y del canguro..... el enorme camión desaapreció de mi vista. Sólo dí gracias a Dios y continué camino aunque mascullando contra el chofercito ése.
Más allá llegué a Puerto Grau. Un pequeño puerto de pescadores el cual crucé alegremente.... por poco tiempo. Es que para salir de ese puerto me encontré con una subida eterna, por la chiva negra!!!! pedaleaba y pedaleaba mirando que el final estaba cerca, pero cuando creía llegar a la cumbre, era una pequeña curva a la izquierda y otra vez a seguir pedaleando. Me pasé más de 2 horas en ese plan y como no conocía la ruta, no sabía cuánto faltaba por terminar, realmente se hacía eterno. La vista desde arriba era muy bella, la playa que se divisaba despertaba el deseo de bañarse.
Pero la ley de gravedad tiene su fundamento, todo lo que sube tiene que bajar en algún momento, y así fue. Desde allí todo fue fácil hasta Boca del Río, donde llegué a las 3.30 de la tarde. Me decía que si hubiésemos salido a las 7 am como planificamos, en Boca del Río estábamos a la 1.30 de la tarde y a las 4 estaríamos llegando a Tacna. Pero no era momento de quejas, me senté a esperar que llegaran Vito y Jesús.... pero nada, pasaban los minutos y no llegaban. A eso de las 4 de la tarde paró un ómnibus de la empresa Flores que recogió a varios veraneantes y preguntándole al chofer, me dijo que no había visto a ningún ciclista en el camino.
Empecé a preocuparme porque me parecía raro que no fueran vistos en la carretera y que pasada media hora todavía no llegaran. No sabía si seguir esperando o embarcarme a Tacna o quedarme a dormir en Boca del Río. Eran 4.30 de latrde y ya estaba averiguando por un alojamiento en el balneario cuando los veo llegar a los dos sonrientes y diciéndome que seguirían pedaleando hasta Tacna.
Yo los miraba pasar con cara de idiota calculando a qué hora llegaríamos a Tacna.... pero me estaban tomando el pelo... are... ajo....
Les pregunté qué había pasado y me dijeron que Jesús se puso un poco mal en Ite. Lo que pasa es que había llegado de madrugada a Ilo, lo levantamos a las 7 am y salimos con destino a Tacna a buen ritmo con sólo una parada, así que presumo que la falta de descanso lo mareó un poco, por lo que se quedaron un rato en Ite para que coma algo. También se detuvieron a comer otro "alguito" en Puerto Grau y de allí la demora de una hora.
Era imposible que continuáramos pedaleando hasta Tacna porque se nos haría de noche en el camino y no nos podíamos exponer de esa manera. Así que entramos a Boca del Río a esperar uan custer que nos lleve.
Recién pudimos embarcarnos a las 5.30 pm, una hora después que llegaran los angelitos. Vito leyendo y Jesús durmiendo llegamos a Tacna a las 6.20 pm, ya estaba oscuro. Mientras bajábamos las bicicletas de la combi, llamábamos a un amigo del colegio militar que nos había separado habitación en un hotel, se nos hizo más tarde aún.
Físicamente estábamos bien, Jesús también estaba como nuevo luego de comer, pero queríamos darnos un buen baño de agua caliente e irnos a cenar.
Yo fui el primero en entrar al baño. El hotel tenía una tenía una terma eléctrica pero el agua salía helada. Ya se imaginarán las dulces palabras que salían de mi boca al no encontrar agua caliente. Entró Vito a ver y lo que pasaba es que la palanca estaba baja... mela.....
Pero el plato de la ducha tenía una fuga de agua y no caía bien. El agua era caliente pero poca. Así que inocente, o estúpido, quise meter el dedo para tapar la fuga y lo que recibí fue un choque eléctrico. Ya el agua estaba corriendo, yo estaba completamente mojado dentro de la ducha, el choque eléctrico me lanzó contra la pared con el grito de dolor respectivo. Nuevamente entró Vito, estaba hecho mi héroe, pero ya no había nada que temer. Algunos dirán que tuve buena suerte por toda la caca que aquél pájaro me tiró encima, yo simplemente creo que Dios sigue velando por mí.
Posteriormente todos bañados, cambiados y perfumados, salimos a dar una vuelta por la plaza. La noche estaba fría y como era lunes feriado, habían pocos negocios abiertos, pues eran poco más de las 8 de la noche. Lugar para comer? estaban cerrados. Nos antojamos de chifa, encontramos uno y allí mismo fuimos. Jesús fue generoso al invitarnos la comida.
Ya contentos con el estómago lleno y siendo más de las 9 pm, Vito nos invita un helado. Hacía frío, pero igual el helado nos tentó. Después de terminar los helados y muertos de frío por dentro y por fuera, nos fuimos al hotel a descansar.
MARTES 2 DE NOVIEMBRE - 4TO. DIA
Desayunamos en la casa del amigo y partimos con destino a Arica a las 8.30 am.
Sabíamos que la ruta era tranquila, que todo era plano. Como en todo el camino, desde el sábado 30 de cotubre, el clima nos estaba favoreciendo porque el día estaba nublado, aunque conforme nos acercábamos a Arica, el clima se despejaba.
Hasta Santa Rosa, la fontera en Perú, eran aproximadamente 33 Km. que los hicimos relativametne fácil, tomando alguans fotos cuando en el horizonte podíamos apreciar la situeta del Morro de Arica. En la frontera aperuanoa apenas nos demoramso unos 20 minutos en pasar, llenamos un formulario e inmediatmaente estuvimos listos para cruzar.
El Callacuta, lado chileno, sí tuvimos algunos problemas. Antes quiero aclarar que el pueblo chileno, desde el inicio, es un pueblo sumamente amable y servicial. En la primera caseta a la que nos acercamos, un policía chileno muy amabalemente nos dio las indicaciones para saber dónde ir a llenar los formularios respectivos, pasamos las ventanillas correspondientes y todos eran amables en su trato, nos preguntaban de dónde veníamos y nos felicitaban por el esfuerzo.
Pero los indios de mala leche no son un patrimonio peruano. Cuando ya estábamos listos para pasar, alguien de aduanas nos pidió una declaración peruana de propiedad de las biciletas. Indicamos que en el lado peruano no nos habías solicitado ese documento por lo tanto no podíamos entregarles algo que en Perú no requerían, pues las bicicletas eran un medio de transporte que estaba en uso. Luego de eso, nos pidieron una declaración de pasajeros. Les indicamos que no llevábamos pasajeros, que nosotros mismos estábamos conduciendo las bicicletas en forma personal. Nos enviaron a otra sección llamada Control Vehicular; nuevamente nos encontramos con personas muy amables, que nos dijeron que todo eso que nos solicitaban en aduanas estaba fuera de lugar. El encargado de esa sección se acercó personalmente a darnos la bienvenida a su país y decirnos que podíamos pasar sin ningún problema.
En total estuvimos detenidos en Callacuta unos 45 minutos pasados los cuales continuamos a Arica donde llegamos a la 1 pm, hora peruana.
Tras algunas indicaciones de una señora, llegamos a la zona donde se ubica el Morro; espectacular, hermoso, un extraño sentimiento me embargaba porque sabía que ese lugar había sido peruano y había costado la sangre de miles de soldados por defenderlo y conquistarlo. Lo veía y quería subir allí, quería estar en medio de aquél lugar, así que preguntando ubiqué el lugar por dónde subir al Morro.
Vito y Jesús quedaron esperando abajo porque ya conocían el lugar, pero yo me dí el gusto de llegar pedaleando al Morro. La vista es hermosa y con el corazón en la boca por el cansancio de la subida, tomé las fotos que pude. No entré a visitar el Museo que está ubicado allí porque abajo me esperaban abajo, pero me di el gusto de recoger un poco de esa tierra y traerla conmigo como parte y recuerdo de una visita a una tierra cuyos habitantes fueron muy amables con nosotros.
Posteriormente, nos fuimos al pasaje peatonal donde nos sentamos a comer un bocadillo, la famosa calle 21 de mayo. Cerca de las 3 de la tarde nos fuimos al terminal terrestre para regresar en bus a Tacna.
Ya en la noche, comiendo unos "sánguches" antes de ir al terminal para regresar a Arequipa, me vino una sensación de tristeza y vacío, había alcanzado mi sueño, había llegado a la meta y no había más.....
Salimos de Tacna a las 10 de la noche y llegamos a Arequipa a las 4 de la madrugada del miércoles, vinimos Jesús y yo porque Vito decidió quedarse en Tacna. LLegando a Arequipa Jesús tomó un taxi y se fue a su casa. Decidí quedarme en el Terminal hasta que amaneciera y a las 5 am, salí rumbo a mi casa. Salí pedaleando y llegué pedaleando.
La noche del miércoles empezó a venirme el cansancio, pero el jueves se me vino la noche. Ese jueves lo pasé como "zombie", sólo quería dormir, sólo quería comer y sólo quería tomar agua. No tenía dolor de ningún tipo, sólo me sentía muy cansado y hambriento.
Pasado ese día, las cosas volvieron a su lugar.
CONFESANDO MIS SENTIMIENTOS
Tenía ese sueño desde hace dos años, desde el 2008, y lo pude hacer. Cuando todo terminó, me sentía algo triste, algo vacío, porque tenía una meta (hablando ciclísticamente) y cuando lo conseguí me decía y ahora qué?
El viaje no ha sido un paseo por las nubes, pero no me sentí físicamente disminuído. Al final no sé si lo logré por estar en buenas condiciones físicas o por mentalizarme en lograr esa meta. Tiene que ser ambas cosas, pero considero que en mayor grado el creer en poder hacerlo y tener la determinación para hacerlo.
LLegan algunos momentos en que te sientes cansado y si mentalmente no estás apuntando a llegar, pues te quedas en el camino. Creo que hay un límite entre tu físico y tu corazón. Cuando llegas al límite de tu capacidad física, entra a tallar tu deseo de ganar, tu deseo de seguir, tu determinación, la fuerza de tu corazón y literalmente sacas fuerzas de donde supuestamente no hay.
Yo no sabía que tenía esa virtud, o tal vez con el ciclismo la he desarrollado, pero la determinación es una virtud que se está desarrollando en mí.
Para un ciclista profesional, hacer 460 Km. será cosa fácil, pero para un aficionado como yo,con 50 años de edad y en bicicleta de montaña, es un logro del cual me siento muy orgulloso y feliz. He participado en algunas competencias y he visto que no soy veloz, pero no importa, porque he visto en mi que cuando digo voy a irme a tal lugar en mi bicicleta, pues voy a ir allí aunque los demás digan lo contrario. Es que cuando me dicen que no lo voy a lograr.... sin saber me inyectan más determinación para demostrarles que están equivocados.
Asi que se pueden dar cuenta con lo que te he dicho, que me siento súper feliz, hubiese querido seguir pedaleando hasta Iquique, pero no tenía dinero.... ya habrá oportunidad.
Como hombre, tengo muchos defectos, pero en cuanto a virtudes, no sabía que la determinación y la perserverancia eran una de ellas. El ciclismo ha despertado en mí esas virtudes. Un día me dije, me voy a ir hasta Arica pedaleando, subiré al Morro de Arica en mi bicicleta, me traeré tierra de Arica y así lo hice a pesar de tener la llanta delantera algo frenada, a pesar de tener mi trasero adolorido. Lo hice a pesar de que algunos me decían que era imposible para mí, que no lo lograría y mientras más me lo decían, más deseo de demostrar lo contrario crecía en mi corazón.
Yo quería seguir pedaleando, quería ir a Iquique, sentía el trasero adolorido, pero dentro de mí ardía el deseo de seguir pedaleando, seguro la psicología lo explicará, pero yo quería más. Físicamente me sentía con fuerzas, seguía con hambre de devorar más kilómetros montado en mi bicicleta, era un ciclojinete buscando ir más allá de mis fuerzas, pero había alcanzado lo que quería, alcancé mi sueño, y no había más.
Jaime Virrueta
Para comunicarte con nosotros escribe a: teaminter1984@gmail.com
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