Cronica de David Mendoza:
Después de congelarnos el primer día, el cansancio y la hora de llegada del día anterior cambiaron nuestros planes.Yo dormí tan profundamente que imagine estar en mi camita, fui despertado por la irrupción de Víctor que paso por todas las habitaciones a despertar a la gente, pertenezca o no al TEAM INTER, se encontró con Rafa en el suelo, el pobre Rafa llego tan cansado y se encuentra con una cama que se desarmada, caballeros, colchón al piso con lo que restaba de fuerzas que eran muy pocas.
A las 8:30 nos dirigimos al desayuno, Víctor antes paso por la tienda y compro huevos para enriquecer el desayuno. Toda la comida genial, la Sra. Olinda nos preparó un caldo buenazo además de los huevos cocidos y maíz tostao en grandes cantidades más queso, para finalizar todo el mate que podíamos tomar. Arregladas las cuentas por nuestro coordinador al que le agradecimos como toda la ruta con la frase en coro ¡¡¡ gracias Víctor!!! Que seguramente aun lo asusta jajaja, (es que se portó tan bien que pago todo, claro al final le devolvimos sus aportaciones). Nos alistamos para partir cerca de las 11 o poco más, ya estaban listas nuestras bicicletas, unas fotos en la plaza de Lluta, Rafa que se desasía de su cargamento, realmente exagerado, regalo alimentos y premió con una bolsa gigante de cereales con pasas a un niño que colaboró tomándonos fotos.
La ruta de hoy fue corta, primero subir y subir para salir de taya, todos a un ritmo calmado pues no hay apuro con la hora, llegamos al punto más alto donde hay un caserío que aun pertenece al pueblo de taya, primero el gato, lo sigo yo y así vamos llegando, pero no aparecen ni Rafa ni Víctor, después de una buena espera aparece Rafa a lo lejos, y tiempo después un burrito que confundimos con Víctor. Al ponerse visible Rafa hace señales, algo pasa, bajamos Primero Dante y luego yo un par de km para darle alcance y resulta que Víctor rompió cadena, lo alcanzamos en un cruce y Dante presto a ayudar como siempre procede a reparar la cadena que según me dijo de fallar en colocar el pin un poquito no tendría reparación por ser muy delicada (debemos hacer un curso de mecánica, no podemos arriesgarnos a dejar inhabilitada la bici, el día anterior sin luz y en terreno accidentado hubiera sido terrible) finalmente volvemos a subir y nos cruzamos con Potter y Gonzalo que decidieron darnos alcance para ayudar. A pesar de no ser mucha distancia el ir cargados y el cansancio que se venía acumulando se sentía, felizmente todo el grupo mostro gran fortaleza.
A partir de ahora el camino en su mayoría fue bajada y plano con algunas subidas no muy largas, es una ruta para disfrutar, muy agradable la vista y el terreno donde se conduce tiene vistas hermosas, solo tuvimos un pequeño contratiempo mas con la parrilla de Rafa que sufrió las consecuencias de la sobrecarga y se rompió, otra vez Dante logro repararla y continuamos, llegamos a la cruz desde donde se contempla Lluta, Gonzalo y Dante nos cuentan del peligro que pasaron en alguna curva poco visible que casi se pasan de frente, felizmente lograron controlar el movimiento, gajes del oficio. A tomarse fotos en la cruz mientras esperamos a Rafa y claro el gato que se adelantó nos espera en Lluta. Este fue un momento muy divertido, por las ocurrencias que fueron saliendo. Finalmente hacemos unos 20 minutos de bajada a Lluta y nos reunimos en la plaza, yo hambriento reclamo comer, pero el comité organizador decide negritas, gracioso porque Potter y Gonzalo trajeron tres y Dante por su lado también, la comida no estaba lista así que a esperar departiendo en la agradable plaza de LLuta. Ahora si comida, un caldo de fideos buenísimo y el plato que todos disfrutamos más en todo el viaje, TRUCHA FRITA, tan frita que no quedo un solo hueso en el plato, el primero en acabar Gonzalo, que al inicio se quejaba de que no podía comer un pescado con espinas y aletas y demás. Listo, todos a dormir excepto Potter que se fue a dar una vuelta, mientras el Gato y yo a subir al cerro de la cruz del pueblo, una bonita caminata, pudimos observar el camino que lleva a las minas de sal, pero perdimos el rumbo y estábamos caminando por caminos peligrosos con la amenaza de quedarnos sin luz, por lo cual tuvimos que abortar el intento, después nos dimos cuenta que estuvimos a pocos metros de llegar y también encontramos el camino correcto que parte del cementerio, regresamos caminando en penumbras al pueblo, descansamos un poco y a cenar. La comida, un guiso tipo chanfainita pero de cerdo mas una sopita, todos comimos casi obligados, necesitábamos el alimento pues el día siguiente teníamos que partir a las 5 am y sin desayuno. Finalmente nos despedimos de la graciosa señora que nos atendió y nos jugó varias bromas y a dormir, claro compramos las provisiones para el día siguiente, y alguien intento conseguir sin éxito un anisadito que nos hubiera caído genial después de una cena algo pesada. Así culmino mi segundo día sin bañarme, a dormir algo tarde pues cenamos también tarde, por lo que hicimos pocas horas de sueño para el día final.