Crónica de Diego Cornejo:
Si, Aflojando los huesos, y es que esta será una crónica un tanto personal, ya que fue mi primera ruta con el Team Inter y además mi primera ruta después de muchos años (mas de 10) así que lo que les cuente será en primera persona.
Como mencionaba, bastante tiempo ya paso desde que retomo el mountain bike, y como todos ustedes saben, siempre hay que salir en grupo, ya sea para ayudarse en casos de emergencia o simplemente para hacer mas divertida la experiencia y es que después de tanto tiempo fuera de los pedales, no tenia con quien salir, y es así que gracias a las masas criticas me entere de su Team, hace un mes maso menos me inscribí en su grupo de Facebook y poco a poco fui leyendo las rutas, y aprendiendo un poco cual es su dinámica.
Después de esa pequeña introducción pasamos a la ruta en si. Domingo 27 de julio pasadas las 8:30 horas, decidimos partir hacia las canteras, geográficamente yo tenia alguna idea de donde podríamos pasar, pero fue todo lo contrario, ya que las trochas por donde pase nunca las había recorrido antes, pero almenos las referencias estaban maso menos claras, esto ayuda en caso de no conocer la ruta para administrar un poco las energías a pesar de esto al final queme mas de la cuenta, me termine mi dotación de agua y los últimos kilometro fueron bastante exigentes, bueno pues, empezamos por la Av. Bolognesi hacia el norte, subimos la cuesta de la calle León Velarde y continuamos subiendo hacia Cayma, pero por una trocha paralela bastante simpática al comienzo, pero que al final se volvió bastante exigente, y que a varios de nosotros nos tomo por sorpresa. Luego de esto tocaba el primer agrupamiento, en donde pudimos recuperar algo de energía.
Luego vino el corte de la av. Aviación, aquí no hubo mayor dificultad salvo una pequeña cuesta que comparado con lo que ya habíamos trepado no era nada complicado, desde aquí todo recto hasta Inkabor.
De aquí en adelante vendría lo mas bonito de la ruta, una bajada para aflojar los músculos y luego entramos a la ruta del sillar, en este punto nuestro amigo Jonathan se siguió de frente y a pesar de nuestros gritos no nos escucho, y la razón fue por sus audífonos, luego de este impase retomamos la ruta con un descenso pronunciado que nos llevaría directamente a las canteras, aquí el paisaje era impresionante! Estar frente a esas moles de sillar te hacia pensar en lo minúsculos que podemos llegar a ser… desde ahí debíamos seguir con la vuelta y así como hicimos esa bajada pronunciada luego tuvimos que volver a subir pues las canteras se ubican en una quebrada.
Terminada la quebrada, tocaba un enlace de pista por la nueva vía a La Joya, aquí si tuvimos la oportunidad de explotar las velocidades máximas que le podemos sacar a nuestras bicicletas, a pesar de eso nunca termina de ser exigente el pedaleo y siempre hay alguien con quien podemos medirnos, supongo que uno nunca deja de ser competitivo, es instintivo no creen?
Pasado el tramo de asfalto, venia lo que yo no esperaba, pues según mis cálculos, el regreso iba a ser mas relajado, pero las superficies de rodado pueden cambiar drásticamente la situación y es que ahora el piso era mas arenoso por tanto la tracción de la bicicleta se complicaba bastante.
Ya casi sin agua y con el sol en pleno, tocaba lo mas difícil de la ruta sin duda, en este punto es realmente donde se nota el físico que tenemos, inicialmente me mantenía con las cabezas del grupo, pero aquí les perdí el rastro, a tres de ellos simplemente no pude verles ni el polvo… eso también se llama experiencia, no solamente se trata de ser rápidos sino de administrar las energías, también tiene que ver el conocimiento de las rutas y conocerse a si mismo.
Luego de esa trepada infernal, vendría la reunión de camaradería, en donde compartimos experiencias de rutas pasadas, las rutas que vendrán, celebramos con chicha morada y nos dieron la bienvenida al Team Inter a Alonzo y a mí. Gracias por esta experiencia y nos vemos el próximo domingo