El dia de ayer Domingo, no dimos cita un buen numero de ciclistas para hacer la ruta de Characato, Mollebaya, camino a Pocsi, "Z", el pajonal para luego empalmar a la pista que va Yarabamaba y depués hacer el retorno a la ciudad.
Salimos a la hora pactada que era las 08:30 a.m. unos minutitos más tarde más de una docena de bikers. Pero antes de la partida, nuestro amigo Jesús trajo consigo una novedad: eran unas bolsitas negras tipo alforjas pàra ubicar en la parte deantera del cuadro de las bicis, es decir, en donde se unen los tubos del travesaño, con el tubo horizontal con la pipa. Son algo vistosos y simpáticos, ideal para hacer rutas largas, como a Patapampa -por decir- en ellas puedes llevar tu cámara de fotos, algunas herramientas, tu bocadillo para ir degustando sin necesidad de parar y hasta una botella de refrescos de 500ml. El sistema de cierre es con pega-pega, aunque diría personalmente que fuera con cierre mas cómodo -ah- tambien tiene para llevar una pequeña linterna a pilas. Su costo, es solamente "dos manitos".
Después del pequeño cherry sigamos narrando la aventurilla. Como siempre, tomamos la ruta ya conocida para salir del centro de la ciudad hasta llegar a reservorio de Guardia Civil, en donde nos esperaban un buen grupito amigos. Llegando nada más, Jesús sufre un desperfecto mecánico en su bici: su rueda trasera sufrió un bajón, la cual se soluciona rápidamente y el diagnóstico era que el hueco del aro que estaba diseñado para válvula tipo aguja, había cortado el revestimiento de jebe del pitón. Superada la falla se reanuda la marcha hasta Characato.
Llegando a Characato, Jesús vuelve a sufrir el mismo desperfecto de su bici: otro bajón de la llanta trasera, esta vez no era el problema del pitón, sino que la cámara tenía un pequeño agujero, revisamos minuciosamente la llanta, pues no había indicios de espina ni nada y ¿Ahora? ¿Cámara? ¿Quién le cede tal accesorio? Menos mal nuestro buen amigo Edson, tuvo que prestarle su cámara y con ella arreglamos la avería. Ya todo estaba listo para partir.... Cuando Jesús se da cuenta que su sillín de su cleta se daba una vuelta entera, en su sitio, porque el tubo del sillín era con sistema de suspensión. ¡Pucha qué piña Jesús! como diría alguien: sobre cuernos, palos... jaajajajajaja ¿Y ahora cuál es la solución? ¡Que venga un mecánico, un Mc Giver lo que sea, pero yaaaá! Efectivamente, estaba nuestro amigo Olger para resolver el problema, quien echó mano a la herramienta exagonal.
Desmontado el accesorio, nos dimos con la sorpresa que el tubo del sillin estaba roto y Olger que es ducho en la materia dijo: ¡Esto tiene arreglo! Y mandó comprar un pegamento denominado "super glu" algo así, por lo que nuestro amigo Olger se ganó el chaplin de "loco glu" Efectivamente, el tubo del sillin tenía un pequeño orificio, y un pivote delgado que estaba unido al asiento; la cual introdujimos untando el pegamento al pivote delgado.... ¿Y saben qué? Quedó como "cuete"
Terminada la faena, proseguimos el pedaleo como perseguidos y poseídos hasta el desvío de "Z". La mayoría subimos por el cementerio de Mollebaya ¡Vaya qué cuesta tan enpinada! En ese sofocante calor que hacía, los rayos del sol te daba directo en la cara, sudando a "chorros" ascendieron la cuesta Mauricio, ¡Olger!... Chano, Pedrito si me olvido de alguien -dispénsenme- subieron montados por lo que se ganaron el apodo de "loco piernas" de parte nuestro amigo Vital y compañía. Este servidor solo lo hizo hasta la mitad de la cuesta, es que estoy subidito de peso... ajo....
Llegamos al cruce de zeta, en donde nos esperaban algunos echando chispas, mientras nuestro amigo Héctor mas conocido como "Erector" subía y bajaba montado en su bici, como siempre ya nos tiene habituado a ello. Una vez llegado el último biker que era Rafael, partimos raudos, esta vez bajamos la zeta hasta llegar al curvón que está a la mitad de la cuesta de donde algunos preferieron regresarse.
Mientras los que quedamos, un buen número de bikers decidimos explorar un camino que parte de la curva hacia la direccion a Mollebaya, pero no llega a ningún lugar. Regresamos otra vez a la curva, y tomamos un camino de herradura cuesta abajo molograda por la lluvia hasta llegar al camino que nos conduciría a la pista, pasando por las ladrillerías del pajonal. Arrivamos al camino cuando nuestro amigo Gerald había roto su desviador posterior shimano alivio y para remate ¡Nuevecito! Ya van dos veces que esta rompiendo su desviador nuestro amigo Gerald en menos de 20 dias.
Superamos tal desperfecto y otra vez rumbo a devorar kilómetros. Para mí esta ruta fué nueva, y la gocé, yo sé que la hicieron los demás tambien, en otro momento, pedaleando por los paisajes casi prístinos -aún todavía- aunque las invasiones ya están cerca, muy cerquita y por lo tanto; posiblemente estos terrenos por donde pasamos ya son privados, como lo pudimos ver cuando fuimos al descenso de Quequeña en donde habían unos letreros que decían: propiedad privada. La verdad es que nos estamos quedando sin campo para practicar nuestro deporte favorito.
Alonso que venía con la baja de su bici, yo y un biker nuevo llamado Juan Carlos estuvimos últimos hasta llegar a las inmediaciones de el penal de Socabaya donde terminó la ruta.
SALUDOS.
FELIX.
En Characato
Olger haciendo maravillas pra reparar la bicicleta de Jesús
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