Crónica de Felix Arotaype:
Saludos MTBikers
La ruta de ayer fue algo cortita, duró solo tres horas de pedaleo, un poco de emoción y también un poco de adrenalína.
Salimos mas de 10 bikers desde la puerta de ingreso del Club Internacional unos escasos minutos antes de las nueve de la mañana, en el camino el resto de los ciclistas se nos iban uniendo y cuando llegamos al grifo de guardia Civil algunos pedaleros ya nos estaban esperando. Saludos previos, esperar a los que iban llegando, partimos rápidamente raudos rumbo a Sabandía, el dia prometía ser soleado, nada de nubes en los 4 puntos cardinales, nuestros volcanes tutelares: Chachani, el Misti y Pichu-Pichu, yacen "pelados" sin sus tradicionales mantos blancos en esta época del año y, es que las lluvias se "fueron" hace tres semanas y es que este año perece que será un año seco si no llueve hasta Marzo ¡Uy mamita!
Llegamos a las alturas del molino de Sabandía, pedaleamos por las riberas de un canal de agua, y que dichas aguas -dicen- que provienen de un manantial. Asi llegamos al mentado molino que está ubicado en medio de una pequeña campiña verde, a las riberas de un rio seco que baja desde las alturas del Distrito de Characato. Alguanas frenadas bruscas, atascos, atolladeros en la arena en el lecho del riachuelo. Luego salimos del rio por una via afirmada para agarrar unas pequeñas bajadas, cuestas que estuvieron algo duras, para llegar a las pampas de Umapalca que poco a poco se van poblando. Recorrimos 2 cortos km para llegar a las cercanías del distrito de Socabaya. Un conteo rápido 1...3...8...19... 23... ¡Falta 1! ¡Somos 24! Nuestro buen amigo Percy mas conocido como "harry potter" presto como siempre, fue en busca del compañero faltante, pero no encontró a nadie. Solo éramos 23... ¿Ves "pepa"?... Contaste mal pues!...Jajajaja. Nos esperaba una pendiente corta, donde algunos preferieron ir por una via aparentemente fácil, mientras la mayoría seguimos al coordinador, por un camino que al parecer iba de regreso a Sabandía, pero "el pepa" tenía una memoria de elefante.
Nos esperaba una una bajadita llena de piedras, pero como para animarse a bajarla sobre la bici, nos dimos el gusto algunos, porque una vez que la haces ya no tienes que dudarlo, mientras otros la bajaban con precaución, como pensando: "siempre habrá otro dia para seguir pedaleando, y asi que esto no va conmigo" La emoción duró poco, porque vendrían mas, mas adelante.
Llegamos a la pequeña plaza del Distrito de Socabaya, adornado con unas palmeras tipo abanico, unos cuantos árboles, arbustos, con su iglesia de una sola torre, posiblemente remodelado en el año 1995. Una estátua de un "loncco" chacarero arreando sus mulas, cargadas de ccapo llama la atención a cualquier visitante a este distrito tardicional. Mientras Pedrito nuestro coordinador del Team, como siempre apurado nos azuzaba a seguir, mientras dos osados bikers Fernando "el calambro" y Edward (que todavía no tiene apodo) se lanzaban por unas pequeñas graderias en sus dobles cual aguerridos down hillers.
Partimos raudos de Socabaya por una vía nueva que pasa por medio de la campiña humedal del lugar, para llegar al sitio denominado "las peñas" En el camino nos salen al paso unos perros "chaghuallos" dispuestos a cascarnos las piernas, cuando escuchamos el grito clásico: ¡Llantaaaa!!! alguien había pinchado su llanta, era Hans. Terminado el impase, proseguimos el pedaleo, encontrando a los demás que nos esperaban amparados bajo la sombra de un añejo árbol de molle.... continuaráa.
La ruta de ayer fue algo cortita, duró solo tres horas de pedaleo, un poco de emoción y también un poco de adrenalína.
Salimos mas de 10 bikers desde la puerta de ingreso del Club Internacional unos escasos minutos antes de las nueve de la mañana, en el camino el resto de los ciclistas se nos iban uniendo y cuando llegamos al grifo de guardia Civil algunos pedaleros ya nos estaban esperando. Saludos previos, esperar a los que iban llegando, partimos rápidamente raudos rumbo a Sabandía, el dia prometía ser soleado, nada de nubes en los 4 puntos cardinales, nuestros volcanes tutelares: Chachani, el Misti y Pichu-Pichu, yacen "pelados" sin sus tradicionales mantos blancos en esta época del año y, es que las lluvias se "fueron" hace tres semanas y es que este año perece que será un año seco si no llueve hasta Marzo ¡Uy mamita!
Llegamos a las alturas del molino de Sabandía, pedaleamos por las riberas de un canal de agua, y que dichas aguas -dicen- que provienen de un manantial. Asi llegamos al mentado molino que está ubicado en medio de una pequeña campiña verde, a las riberas de un rio seco que baja desde las alturas del Distrito de Characato. Alguanas frenadas bruscas, atascos, atolladeros en la arena en el lecho del riachuelo. Luego salimos del rio por una via afirmada para agarrar unas pequeñas bajadas, cuestas que estuvieron algo duras, para llegar a las pampas de Umapalca que poco a poco se van poblando. Recorrimos 2 cortos km para llegar a las cercanías del distrito de Socabaya. Un conteo rápido 1...3...8...19... 23... ¡Falta 1! ¡Somos 24! Nuestro buen amigo Percy mas conocido como "harry potter" presto como siempre, fue en busca del compañero faltante, pero no encontró a nadie. Solo éramos 23... ¿Ves "pepa"?... Contaste mal pues!...Jajajaja. Nos esperaba una pendiente corta, donde algunos preferieron ir por una via aparentemente fácil, mientras la mayoría seguimos al coordinador, por un camino que al parecer iba de regreso a Sabandía, pero "el pepa" tenía una memoria de elefante.
Nos esperaba una una bajadita llena de piedras, pero como para animarse a bajarla sobre la bici, nos dimos el gusto algunos, porque una vez que la haces ya no tienes que dudarlo, mientras otros la bajaban con precaución, como pensando: "siempre habrá otro dia para seguir pedaleando, y asi que esto no va conmigo" La emoción duró poco, porque vendrían mas, mas adelante.
Llegamos a la pequeña plaza del Distrito de Socabaya, adornado con unas palmeras tipo abanico, unos cuantos árboles, arbustos, con su iglesia de una sola torre, posiblemente remodelado en el año 1995. Una estátua de un "loncco" chacarero arreando sus mulas, cargadas de ccapo llama la atención a cualquier visitante a este distrito tardicional. Mientras Pedrito nuestro coordinador del Team, como siempre apurado nos azuzaba a seguir, mientras dos osados bikers Fernando "el calambro" y Edward (que todavía no tiene apodo) se lanzaban por unas pequeñas graderias en sus dobles cual aguerridos down hillers.
Partimos raudos de Socabaya por una vía nueva que pasa por medio de la campiña humedal del lugar, para llegar al sitio denominado "las peñas" En el camino nos salen al paso unos perros "chaghuallos" dispuestos a cascarnos las piernas, cuando escuchamos el grito clásico: ¡Llantaaaa!!! alguien había pinchado su llanta, era Hans. Terminado el impase, proseguimos el pedaleo, encontrando a los demás que nos esperaban amparados bajo la sombra de un añejo árbol de molle.... continuaráa.
Después que encontramos a los de mas cobijados en la sombra de un viejo molle, emprendimos nuevamente el pedaleo, nos dirigimos hacia la derecha para llegar al poblado de Tingo grande. Me adelante junto a Edward y Grenny para disfrutar el pequeño descenso, pasar la acequia de agua ¡Vaya! que estuvo buena. El grueso del pelotón bajaban todos juntos, los mas rápidos no pudieron bajar veloces, por lo que se perdieron pasar levantando el agua con las llantas de sus bicicletas, algunos tuvieron que detenerse forzados en el agua y mojarse los zapatos. En otra vez esa bajadita hay que bajarla uno por uno y lucirse para la foto pues.
Estuvimos en el lecho seco de los ríos de Yarabamba y Mollebaya que se juntan más arriba a unos 5 kms ¿En esta época secos estos ríos? Era increíble. Emprendimos por un camino arenoso, cuesta arriba, por medio de pequeñas chacras cultivados hacia las inmediaciones del cerro Huasacachi que está ubicado al frente del complejo Mansión del Fundador, mientras la mayoría del grupo quería ir por riberas del rio para llegar al puente colgante, pero al final decidieron seguirnos. Bordeamos el cerro Huasacahi por su lado sur, que está copado de casas, casuchas a causa de las invasiones y en la parte más alta se encuentra un reservorio de agua potable. El panorama había cambiado, antes había un camino pedaleable hasta llegar al rio y ahora se encontraba obstaculizado, tuvimos que cargar las cletas un pequeño tramo con el riesgo de ¡Patatun! caernos o resbalarnos.
Después de reagruparnos estuvimos otra vez en el rio seco empujando nuestras bicis, porque había muchas piedras lisas y a unos cien metros estaba la diversión que muy pocas veces encontramos en una ruta del mountain bike: agua y lodo.... ¡Ahora puiss! Todos, casi todos tuvimos que depositar nuestros pies en las aguas lodosas algo pestilentes, porque no sabíamos que cuan profundo era el agua estancada y así que a ciegas nomas pues. Ahí nos divertimos bastante viendo a los demás de cómo se quedaban en medio del charco por más que pedaleaban y el último en pasar fue nuestro coordinador ¡Vivo!... ¿Eh?...Jajajajaja.
Luego seguimos por un sendero que nos llevaría a un camino afirmado por los bordos de una campiña hermosa que aún queda en este lugar, desde allí se divisaba la ciudad "sembrado" de cemento, ladrillo que ha engullido gran parte de la campiña y lo sigue haciendo de manera voráz. El camino se terminaba, entramos otra vez a pedalear por medio de las chacras un pequeño trecho en donde el grupo se divide en dos. 5 o 6 se van rumbo hacia la pista de la paisajista, otros nos vamos a Tingo grande por una ruta de acémilas, muy técnica para las bicis hasta llegar al rio, luego subir y llegar a Tingo Grande. En dicho lugar nos reagrupamos en la pequeña plaza, para dar un descanso a las cansadas piernas y para luego enrumbar a Tingo en donde teníamos que "remojar" la garganta con unas negritas de rigor, pero el local donde solíamos encontrar esa bebida espirituosa estaba cerrada. Asi que los que teníamos que llegar a casita temprano, nos despedimos de los de más, porque gran parte se fueron a buscar el néctar de los dioses a alguna parte de la ciudad.
Salimos 24 mountains, tuvimos como 5 pinchadas de llantas ( o talvez mas), unos 35 km de recorrido, no hubo contusos ni heridos, pero si hubo diversión al puro estilo de un mountain biker en un recorrido corto. A veces una ruta corta te puede dejar satisfecho, como lo fue el dia Domingo.
Atentamente
Sargento "condor" Felix.
Estuvimos en el lecho seco de los ríos de Yarabamba y Mollebaya que se juntan más arriba a unos 5 kms ¿En esta época secos estos ríos? Era increíble. Emprendimos por un camino arenoso, cuesta arriba, por medio de pequeñas chacras cultivados hacia las inmediaciones del cerro Huasacachi que está ubicado al frente del complejo Mansión del Fundador, mientras la mayoría del grupo quería ir por riberas del rio para llegar al puente colgante, pero al final decidieron seguirnos. Bordeamos el cerro Huasacahi por su lado sur, que está copado de casas, casuchas a causa de las invasiones y en la parte más alta se encuentra un reservorio de agua potable. El panorama había cambiado, antes había un camino pedaleable hasta llegar al rio y ahora se encontraba obstaculizado, tuvimos que cargar las cletas un pequeño tramo con el riesgo de ¡Patatun! caernos o resbalarnos.
Después de reagruparnos estuvimos otra vez en el rio seco empujando nuestras bicis, porque había muchas piedras lisas y a unos cien metros estaba la diversión que muy pocas veces encontramos en una ruta del mountain bike: agua y lodo.... ¡Ahora puiss! Todos, casi todos tuvimos que depositar nuestros pies en las aguas lodosas algo pestilentes, porque no sabíamos que cuan profundo era el agua estancada y así que a ciegas nomas pues. Ahí nos divertimos bastante viendo a los demás de cómo se quedaban en medio del charco por más que pedaleaban y el último en pasar fue nuestro coordinador ¡Vivo!... ¿Eh?...Jajajajaja.
Luego seguimos por un sendero que nos llevaría a un camino afirmado por los bordos de una campiña hermosa que aún queda en este lugar, desde allí se divisaba la ciudad "sembrado" de cemento, ladrillo que ha engullido gran parte de la campiña y lo sigue haciendo de manera voráz. El camino se terminaba, entramos otra vez a pedalear por medio de las chacras un pequeño trecho en donde el grupo se divide en dos. 5 o 6 se van rumbo hacia la pista de la paisajista, otros nos vamos a Tingo grande por una ruta de acémilas, muy técnica para las bicis hasta llegar al rio, luego subir y llegar a Tingo Grande. En dicho lugar nos reagrupamos en la pequeña plaza, para dar un descanso a las cansadas piernas y para luego enrumbar a Tingo en donde teníamos que "remojar" la garganta con unas negritas de rigor, pero el local donde solíamos encontrar esa bebida espirituosa estaba cerrada. Asi que los que teníamos que llegar a casita temprano, nos despedimos de los de más, porque gran parte se fueron a buscar el néctar de los dioses a alguna parte de la ciudad.
Salimos 24 mountains, tuvimos como 5 pinchadas de llantas ( o talvez mas), unos 35 km de recorrido, no hubo contusos ni heridos, pero si hubo diversión al puro estilo de un mountain biker en un recorrido corto. A veces una ruta corta te puede dejar satisfecho, como lo fue el dia Domingo.
Atentamente
Sargento "condor" Felix.
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